Es la procesión del Encuentro más original y multitudinaria de Navarra, el Domingo de Pascua.

Ha llegado el cortejo desde la catedral, trayendo una talla de la Virgen Madre, cubierta por un velo enlutado, junto a  la Corporación municipal en traje de gala.

Miles de personas, que presenciaron ayer la tradicional quema del Volatín, en la misma Plaza Nueva de Tudela, contemplan ahora, en esta mañana pascual, cómo se abre, un año más, el templete en la Casa del Reloj y sale un angelico, colgado de un nubecilla, y se desliza por una maroma, hasta acercarse a la Virgen Madre y quitarle el velo negro de luto,  para decirle el Alleluya de la Resurrección de su Hijo Jesús.

Suena el himno nacional y se suelta un racimo de palomas al aire.

La talla de la Virgen Madre se encuentra con el Santísimo, que sale bajo palio de la cercana iglesia de Santa María, y vuelve en procesión hacia la catedral, precedida esta vez por el angelico.

Es el momento de desayunarse, si se encuentra sitio, con chocolate y churros, y comprar una caja de mantecadas, que aqui hacen las veces de los huevos de Pascua.