Archivo por meses: marzo 2015

Últimos aforismos

 

La sonrisa de las ballenas es siempre una terrible amenaza.

La escultura en bronce, The Knoted Gun (La pistola anudada), llamada también Non-Violence, del artista sueco Carl Fredrik Reuterwärd, colocada en la plaza Turtle Bay, de Nueva York, frente al edificio de la ONU, es el más hermoso manifiesto en favor de la paz y contra todas las armas mortíferas.

El hombre ensordecido encuentra un mundo enmudecido.

 Aquella persona tan blanda no parecía tener dentadura.

“Crea en mí, oh Dios, un corazón puro”

 

Crea en mí, oh Dios, un corazón puro,
renueva en mí interior un espíritu firme;
no me rechaces lejos de tu rostro,
no retires de mí tu santo espíritu.

(Sal 51, 12-13; Sb 9, 9, 17; Rom 8,14)

 

Tú solo puedes crear:
dejar que la materia se mezcle y se separe,
se funda y se trasfunda,
y lentamente se recree
hasta lograr lo que ahora llamamos
una bella Creación.

Tú solo puedes crear,
hacer justa un alma pervertida,
uniendo tu espíritu al espíritu humano,
haciendo de tu hijo adoptivo

una nueva creación incomparable.
¿Quién puede conocer tu voluntad,
si Tú no envias tu santo espíritu?

Si Tú no quieres que te pida un pan
y me des una piedra,
no querrás tampoco que sostenga
un corazón de piedra, empedernido,
sino un corazón de carne
maleable al amor y sus encantos.

Sí me rechazas lejos de tu vista,
seré peor que polvo:
rechazo sustancial,
negación absoluta.

Tú solo puedes crear
y convertir el corazón del hombre.

 

La “berrea” electoral

 

         El  curioso sintagma, cuando lo leí, me pareció irreverente -uno ha hecho muchas campañas electorales-, pero después pensé que la voz onomatopéyica tiene un claro significado reproductivo, y lo apliqué a la intensidad política del periodo electoral, que eso es sobre todo, y no me pareció tan mal traída. De todos modos, ayer, primer día de la campaña en Andalucía, cuando la radio y la televisión llegaron al momento del comentario electoral, me sorprendí, automáticamente, cambiando de canal. Sí, es verdad, hace años que evito ver y oír la palabrería, la verborrea, la crispación, la mala uva de las campañas electorales. No sé si los medios informativos eligen lo peor de  las mismas, si se han degradado mucho desde mis tiempos, o si me he hecho más raro, más exquisito o más exigente. No las aguanto. Eso de hacer del ¡dales caña! el epicentro del discurso; ese matonismo político del candidato convertido en superman; esa continua arrogancia, ese aire marcial de seres químicamente puros que vienen a limpiar el mundo de malhechores y delincuentes… se me atraganta. Me parece más viejo que la pegada de carteles. Tan viejo como Caín. Claro que  las campañas electorales son signo y anuncio de la vida política habitual entre nosotros: una lucha de todos contra todos. Sí, ya sé que para aquéllos que consideran que la política es la contnuación de la guerra... eso es lo normal. Pero para mí y para muchos otros, la política es mucho más. Y no quiero cambiar de idea.

Frente al telón de acero en Cuba

 

         Cuenta el célebre y benemérito cardenal arzobispo de la Habana, Jaime Ortega, que en julio de 2012 el papa Benedicto XVI le recordó su visita a Cuba y su encuentro con el presidente Raúl Castro:  Es un hombre que quiere llevar adelante varios cambios. Hay que ayudarle. La Iglesia tiene que estar por el diálogo. La Iglesia no está en el mundo para cambiar gobiernos, sino para penetrar con el Evangelio el corazón de los hombres. Ese debe ser siempre el camino de la Iglesia.  Recordó estas palabras el mismo Ortega, en el Cónclave Vaticano, al cardenal argentino Bergoglio, poco antes de que éste fuera elegido papa, quien levantó las dos manos y le comentó: Esta frase del papa Benedicto es para ponerla en una pancarta a la entrada de todas las ciudades del mundo. Ya papa, Francisco se reunió con  Obama el 27 de marzo de 2014; allí, entre otros compromisos, acordaron el fin del bloqueo económico a Cuba. Lo cierto es que tanto Obama y su secretario Kerry, igual que el presidente Castro, no han perdido ocasión de agradecer el papel intercesor del papa para el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos de América. Los obispos cubanos, que siempre se opusieron al embargo, desean también que se retire a Cuba de la lista de paises terroristas, al tiempo que solicitan medidas concretas de respeto a los derechos humanos. Por ejemplo, normas efectivas contra la explotación sexual; facilitar la reunificación familiar; mejorar las condiciones de los presos comunes… Y cambios profundos, como la liberalización económica, la reducción del Estado hiperburocrático, y la celebración de elecciones.    No es poco. Pero todo esto  sin lo anterior nunca hubiera sido posible.

Hombre pordiosero

 

Solo el hombre es pordiosero –escribe María Zambrano-. El hombre siente su servidumbre y su necesidad; su doble y unitaria condición de ser viviente. Y, al pedir, recoge indigencia y servidumbre, pues pide porque es siervo y necesita; pero en el pedir hay ya un conato de exigencia. Cuando el hombre siente su servidumbre, la primera forma de sentirla es pedir. Solo el hombre es pordiosero y lo seguirá siendo siempre; es una de sus posibilidades esenciales. El pedir muestra la deficiencia en que está, la falta de algo o la falta, sin más. Es ya una primera forma de conciencia.-  Si recordamos que pordiosear es  pedir por Dios, podríamos  discurrir sobre esa relación habitual del hombre con Dios, que es la de pedir y la de exigir al mismo tiempo que se nos dé lo que pedimos, actitud muy cercana a la magia. La oración de petición, como forma principal de oración y a menudo como forma mágica. Pero dejemos eso por ahora. La pordioseridad como expresión ontológica de nuestra radical y constitutiva finitud, de nuestra radical fragilidad o, como otros quieren llamarla, vulnerabilidad. La negación de esa condición frágil y vulnerable, en cuanto finita, no sólo lleva, tarde o  temprano, a la más decepcionante frustración, sino también a la soberbia más estúpida, a la falta de apertura hacia el prójimo, tan finito como nosotros; a la esterilidad; a la inhumanidad. La conciencia, en cambio, de la fragilidad y vulnerabilidad innatas en el hombre es el reverso del individualismo, del egoísmo y del egocentrismo, in-sensatos, sin sentido en un ser pordiosero, indigente y servidumbroso por naturaleza. Esa conciencia tiene un nombre resonante en la historia moral del hombre, que es humildad, ontológica antes que moral. Humildad como verdad y a la vez cultivo (virtud cristiana)  de esa verdad, como nos enseña, casi en cada página de sus libros, santa Teresa de Jesús.

Contra el comercio que financia guerras

 

          Ciento  veintidós obispos católicos acaban de pedir a la Unión Europea, con el debido comedimiento, que se complete  el informe que acaba de presentar un diputado europeo pidiendo a los Estados miembros que supriman el comercio irresponsable de algunas de sus empresas más importantes, que financian violencia y provocan sufrimiento. Es decir, que prescindan de favorecer el negocio de grupos armados y fuerzas de seguridad en algunos países del llamado Tercer MUndo, que controlan, extraen, procesan y venden minerales, como el tungsteno, el oro, el tantalio, el estaño, el cobre o los diamantes, elementos esenciales para la fabricación de teléfonos, televisores, ordenadores, etc, etc., de uso común en los países occidentales. Esta vez los obispos, conocedores de cerca de tales abusos y atropellos, se atreven a pedir, con todos los respetos, una mayor exigencia de obligatoriedad; una mayor extensión de la misma a todas las empresas que colaboran en este negocio y no sólo a las directamente importadoras de esas materias primas, y una mayor extensión también de esas materias, y no sólo los metales más habituales en la composición de esos bienes manufacturados. Una laudable iniciativa humanista y mundial.

 

Varoufakis y Sócrates

 

En la entrevista de XL Semanal con el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, durante su estancia en Alemania, lo que más me sorprende es que nos diga que en el mercado financiero de Franckfurt hay miles de millones de euros parados, sin usar, y que de esta situación sólo se puede salir con un New Deal como el de los Estados Unidos en los años treinta: invirtiendo ese dinero improductivo. Lo más curioso, que llame a Ángela Merkel la política más astuta de Europa, con diferencia, y a su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, quiza el único político europeo con sustancia intelectual, europeo convencido  y un firme federalista (¡Cómo quedan los demás!). Lo que más me agrada, que, como buen griego, aprecie el debate y la dialéctica socrática, en la que unos aprenden de otros: Pero mire los debates del Parlamento o la Televisión: tratan de aniquilar y destruir al otro. Si acabo convirtiéndome en alguien así, deberían fusilarme

“Devuélveme el son del gozo y la alegría”

 

Devuélveme el son del gozo y la alegría.
Se alegren los huesos que Tú machacaste.
Aparta tu rostro de mis yerros
y borra todas mis culpas.

(Sal 51, 10-11; Sal 6, 3; Sal  35,10)

 

Lo mismo que de niño, tras reñirme mi madre
o  llevarme al cuarto oscuro, el máximo castigo,
le pedía perdón y me echaba en sus brazos,
necesito ahora tus brazos de acogida,
necesito tu tierna palabra sanadora,
necesito el gozo de tu gracia y tu consuelo.

¿Qué es el perdón sin la luz de la alegría?
¿Qué es el perdón  que nos deja tan tristes como antes?

Baldado y ya sin fuerzas por mis muchos pecados,
los huesos machacados por tu inmensa potencia,
¿a quién acudiré, si el Seol me amenaza,
si después de la muerte no tengo en quién fiar?

Si Tú apartaras la vista de mis yerros…
Si Tú también pudieras olvidarte,
como yo a veces lo intento y lo consigo,

de mi vida anterior, de mis días peores…