Archivo por meses: junio 2012

Fiesta del “Corpus Christi”

La fiesta del Corpus,
la fiesta del Cuerpo,
el cuerpo de Cristo
presente y entero
en copa de alianza
y en pan de alimento:
pan de los espíritus
y pan de los cuerpos.

Qué alegría cósmica,
qué estremecimiento
que el cuerpo de Cristo,
curioso y viajero,
recorra las calles,
visite los pueblos,
como en Galilea
antes de ser muerto.

Que el cuerpo de Cristo,
activo y discreto
se muestre a los hombres
cercano y concreto.
El cuerpo y la sangre
son su ser completo,
que viene  a nosotros,
amigo fraterno,
hecho pan y vino,
tiempo-espacio hecho.

Que lo sepan todos,
que estén todos ciertos
que el Corpus nos trae
luz para el misterio.
Cristo quiso un día
seguir siendo nuestro
y eligió lo más
vivo y verdadero:
lo que da la vida
lo que da el sustento.

Sólo hay dinero…

Dejo a un lado mi diseño de bitácora preparado para hoy y me quedo con el chiste gráfico de este genial dibujante que es “El Roto” (EP). Le dice el señor alto de la corbata y del fajo de billetes verdes al paisano bajo y descorbatado de su derecha: ¡Sólo hay dinero para el dinero, tonto!

La maleta mejicana

En el museo de Bellas Artes de Bilbao he recorrido la exposición de La maleta mejicana, compuesta por fotografías (50 de 70 son copias de época), hojas de contactos ampliados de algunas series completas, dos audiovisuales y material documental original: selección de las 4.500 instantáneas, contenidas en las tres cajas que en 1995 aparecieron en Ciudad de Méjico, tomadas por los célebres artistas Robert Cappa, húngaro; David Seymour, Chim, polaco, y Gerda Taro, alemana, que murieron en acto de servicio en tres escenarios bélicos: Indochina, Suez y Brunete, respectivamente. Los tres, periodistas al servicio del bando republicano, nos muestran lo que vieron, vivieron, sufrieron. Lo que merece ya admiración y respeto. Es la enésima vez que veo una exposición similar, y casi siempre tengo que decir todo lo positivo que puede decirse del arte fotográfico y de sus autores, pero no así de los organizadores de exposiciones al uso. Ya desde uno de los paneles  que hace arrancar, sin más,  la guera civil del 19 de juiio (sic) de 1936, se comienza por confundir a la gente. Se presenta la guerra civil como un acontecimiento casi espontáneo, brotado de repente de unos cuantos generales fascistas que se pasan casi tres años haciendo el mal. La ainmensa mayoría de los combatientes no ran fascistas. El general de mayor graduación era masón y con él otros altos militares y varios de  ellos, republicanos sinceros. De la Republica previa y sus desmanes, con tantas víctimas, no se habla. De la revolución violenta preparada friamente  por el PSOE y la UGT durante meses no hay noticia. Del golpe sangrento de Asturias y Barcelona (1934), en que aquello terminó, tampoco. No digamos de las continuas insurrecciones anarquistas. O de la persecución religiosa. O del sectarismo habitual. Con lo cual la ignorancia se extende y hasta se exalta. La tergiversacición histórica se hace una costumbre. No se aleja precisamente el rencor y el odio, sino que se los justifica indirectamente. Y la visión trágica y errónea de un mundo dividido en dos y para siempre  va adquiriendo carta de naturaleza.

Formas contra el tiempo

Así se titula la hermosa exposición de 39 obras del escultor navarro José Ramón Anda,  en el Museo de Bellas Arte de Bilbao, que van desde formas clásicas hasta los nuevos diseños nórdicos, pasando por diferentes estilos de vanguardia. Pero me sorprende ese título: ¿Cómo pueden ser formas (figuras) contra el tiempo, si esas formas, como cualquier otra realidad son tiempo -no sólo temporales, sino tempóreas-, constituyen el tiempo, hacen el tiempo, forman el tiempo?

Aconitum Anthora

Alfredo Rodríguez, un poeta joven navarro de versos muy maduros y fogosos, me envía su último libro De oro y de fuego, en una de cuyas solapas nos dice, como quien no quiere la cosa, que hace unos meses padeciió una grave enfermedad y que tuvo un hijo: dos supremas noticias que hacen la vida, que cambian la vida de cualquiera. Pero Alfredo tiene un mundo poético propio, muy suyo, clásico de  fondo, actual en la forma, en el que dice todo eso y mucho más. Cualquiera de sus poemas lo revela, lo que ya es una garantía de verdad y de coherencia. Por ejemplo, éste, que habla del veneno de la poesía:

Todos los versos, el Verso, el activo
venenoso, altisina la mortal,
relajante jarir
que por dentro me quema,
lo que de juventud aún queda en mi sangre,
la entrada en cautiverio.

Lo único que tengo,
qué más puedo pedir,
la única esperanza de explicarme,
sit
    tibi
          terra
                  levis -decían los Antiguos

y que la vida valga sólo por el Placer,
sea fuego en el fuego.

El Claustro

Después de aquellos años fundacionales y creativos de Río Arga, en los que, además de sacar a luz la revista, recorríamos Navarra, fundábamos editoriales, organizábamos premios, conferencias, celebraciones de poetas de allí y aquí -contando con  la ayuda del Ateneo o de los ayuntamientos, o de quien fuese- o plantábamos recitales por la cara en un café concurrido, a las cuatro de la tarde…, no creo que haya habido nadie como Isabel Blanco Ollero que haya animado tanto la poesía, a los poetas y a los lectores navarros, desde la radio, desde otros medios de comunicación, desde el Ateneo, desde organismos culturales privados… Además de escribir abundantemente, claro. El otro día me trajo su último libro, luminoso, femenino, cercano, doloridamente amoroso, como todos los suyos, titulado La permanente costumbre del adiós. Elijo uno de los poemas, ni mejor ni peor que los demás:

Yo era una ciudad libre
un espacio de sol debajo de la hierba
una expansión de goces
                              ocultos en mi oscura luna

Yo era la sonrisa del fuego
en los glaciares

alcancé el límite de tu piel
y navegué más a fondo

era luz en las negritudes del alma

Ahora soy viento de piedra

                 inmóvil

en el claustro de las estridencias.

La música en la poesía

Lo escribió Edgar Allan Poe: Música, en sus diversas facetas -metro, ritmo, rima-, es un momento tan amplio de la poesía, que no es posible rechazarla sabiamente: sé bien que es un soporte de tan vital importancia, que sería un necio quien declinara su ayuda. (…) En la música alcanza el alma ese gan final por el que lucha al recibir la inspiración del sentimiento poético. Y, por si no estuviera claro que en la poesía hay algo más que lo inteligible, viene Paul Valery a confirmarlo: Lo que se canta  en los instantes más solemnes o más críticos de la via son palabas que no se pueden separar de un cierto tono. (…) El acento y el ritmo de la voz las llevan más allá de lo inteligible que suscitan; se dirigen a nuestra vida más que a nuestra cabeza. Quiero decir que estas palabras nos incitan a llegar “a ser”, mucho más de lo que que nos animan a “comprender”.

La crisis en Navarra

La enésima crisis política en el Gobierno de coalición de Navarra, entre el partido mayoritario UPN y el minoritario PSN, que perdieron miles de votos en las últimas elecciones, puede acabar bien, lo que deseo, y puede acabar mal. Mal, porque puede ser que en la politica de un Rubalcaba personal y politicamente en crisis, la pequeña pieza de Navarra le sirva para su defensa, y porque a UPN, ya sin PP dentro, y sólo ligado a él por un pacto de conveniencia electoral, la dimensión nacional le venga hoy más lejana. Mal, porque los dos partidos carecen de un liderazgo seguro y firme, aunque en muy distinta proporción, y los disidentes puedan jugar un papel más activo. Mal, porque la crisis económica, la recesión y los continuos recortes no son precisamente un atractivo de  poder para nadie. Mal, porque la oposición independentista, en sus diferentes grados, recompondrá con fervor su maltrecha unidad ante la gran pieza esperada, en caso de unas nuevas elecciones. Todo esto, y algo más, debería ayudar a recomponer la figura de los dos partidos gobernantes, cada día menos apreciados por la mayoría navarra. Y entonces el mal sería un bien menor. Entendiendo siempre por bien la potenciación de la Navarra constitucional y la unión eficaz para mejorar nuestra deteriorada situación económica.

La Iglesia católica y el IBI

La Iglesia católica está exenta de pagar el IBI excepto de aquellos bienes en los que se realiza una explotación económica: una floristería perteneciente a una parroquia, una tienda de dulces de un convento, o el garaje de un centro juvenil. Rubalcaba se equivoca, pues, por la mitad de la barba cuando pone el ejemplo de un garaje como perteneciente a una catedral. Debido a los Acuerdos de la Santa Sede -no Concordato- con el Reino de España, de 1979, refrendado por una mayoría abrumadora en las Cortes -que yo también voté- y por la ley de Mecenazgo, de 2002, la Iglesia está exenta de pagar en estos casos: parroquias, curia diocesana, seminarios, universidades eclesiásticas, casas parroquiales y residencia del obispo, edificios destinados a residencia de órdenes y congregaciones religiosas.  No están, vg., exentas las viviendas particulares de los sacerdotes. El artículo 15.1 de la ley de mecenazgo declara exentos de pagar el IBI (impuesto sobre bienes inmuebles) los que sean titulares, en los términos previstos en la normativa reguladora de las Haciendas Locales, “las entidades sin fines lucrativos, excepto los afectos a explotaciones económicas no exentas del impuesto de sociedades”. Del mismo modo la Iglesia disfruta con el resto de entidades no lucrativas de la exención de impuesto de transmisiones patrimoniales, del impuesto sobre sucesiones y del impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos cuando surge por bienes exentos de IBI. Desde el año 2007, la iglesia renunció, tras el acuerdo de financiación por medio de la declaración en el impuesto sobre la renta, a la exención que disfrutaba del IVA en la entrega de bienes inmuebles. – A mi me parece que, si por las circunstancias que sean, el Parlamento nacional o el Gobierno de la nación,  razonados los serios motivos que le muevan a ello, quiere cambiar este estado de cosas, lo primero que tienen que hacer es cambiar la susodicha ley de mecenazgo y después, con todos los respetos posibles, y no echando primeramente a la Iglesia a la jauría de ciertos ayuntamientos, pedir la revisión de  los Acuerdos con la Santa Sede. Ahora bien, primero tendrán que decir primero a los españoles que tampoco pagan el IBI el hotel Palace y el hotel Ritz (¿y cuantos más?), ni el palacio de Liria (¿ y cuántos más?), ni las embajdas, la SGAE (con todos sus millones), los sindicatos, los partidos políticos, la Federación Española de Fútbol (¿ y cuántos organismos no lucrativos más?). Alguien  ha calculado que, si todos ellos pagaran, sólo en Madrid, el IBI, se recaudarían 190 millones de euros. De los cuales sólo el 5% correspondería a la Iglesia católica. Vayamos, pues, por partes.