La Iglesia católica está exenta de pagar el IBI excepto de aquellos bienes en los que se realiza una explotación económica: una floristería perteneciente a una parroquia, una tienda de dulces de un convento, o el garaje de un centro juvenil. Rubalcaba se equivoca, pues, por la mitad de la barba cuando pone el ejemplo de un garaje como perteneciente a una catedral. Debido a los Acuerdos de la Santa Sede -no Concordato- con el Reino de España, de 1979, refrendado por una mayoría abrumadora en las Cortes -que yo también voté- y por la ley de Mecenazgo, de 2002, la Iglesia está exenta de pagar en estos casos: parroquias, curia diocesana, seminarios, universidades eclesiásticas, casas parroquiales y residencia del obispo, edificios destinados a residencia de órdenes y congregaciones religiosas. No están, vg., exentas las viviendas particulares de los sacerdotes. El artículo 15.1 de la ley de mecenazgo declara exentos de pagar el IBI (impuesto sobre bienes inmuebles) los que sean titulares, en los términos previstos en la normativa reguladora de las Haciendas Locales, “las entidades sin fines lucrativos, excepto los afectos a explotaciones económicas no exentas del impuesto de sociedades”. Del mismo modo la Iglesia disfruta con el resto de entidades no lucrativas de la exención de impuesto de transmisiones patrimoniales, del impuesto sobre sucesiones y del impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos cuando surge por bienes exentos de IBI. Desde el año 2007, la iglesia renunció, tras el acuerdo de financiación por medio de la declaración en el impuesto sobre la renta, a la exención que disfrutaba del IVA en la entrega de bienes inmuebles. – A mi me parece que, si por las circunstancias que sean, el Parlamento nacional o el Gobierno de la nación, razonados los serios motivos que le muevan a ello, quiere cambiar este estado de cosas, lo primero que tienen que hacer es cambiar la susodicha ley de mecenazgo y después, con todos los respetos posibles, y no echando primeramente a la Iglesia a la jauría de ciertos ayuntamientos, pedir la revisión de los Acuerdos con la Santa Sede. Ahora bien, primero tendrán que decir primero a los españoles que tampoco pagan el IBI el hotel Palace y el hotel Ritz (¿y cuantos más?), ni el palacio de Liria (¿ y cuántos más?), ni las embajdas, la SGAE (con todos sus millones), los sindicatos, los partidos políticos, la Federación Española de Fútbol (¿ y cuántos organismos no lucrativos más?). Alguien ha calculado que, si todos ellos pagaran, sólo en Madrid, el IBI, se recaudarían 190 millones de euros. De los cuales sólo el 5% correspondería a la Iglesia católica. Vayamos, pues, por partes.