Archivo por meses: febrero 2012

Andy Warhol en Zaragoza

Contemplando una y otra vez las 99 obras  de Andrews (Andy) Warhol, hijo de emigrantes checos, expuestas en la Ibercaja Patio de la Infanta, de Zaragoza -una pequeña parte de sus más de  1.100 creaciones-, tras su primera salida de su sede de Pittsburg y de los Estados Unidos de América, uno llega a entender por qué  llegó a ser la figura más relevante del pop-art y todo un símbolo de modernidad, apreciado por los intelectuales más en boga del momento. Pintor ya desde niño, grafista, cineasta, productor musical y empresario, desde 1946 a 1986, tuvo todas las oportunidades en el centro político y cultural del mundo para ser testigo de su tiempo, retratar sus poderíos y sus debilidades, y para influir en sus gustos y estéticas, más que la obsesiva creación de Andy Warhol como imagen, icono  y marca comercial, en las múltiples formas que utilizó, y más que los retratos formales hechos de encargo, que le hicieron vivir en la abundancia, me parece que quedarán como sus obras más significativas esos retratos creadores, hechos con los negativos de fotomatones y, después, con los de su máquina polairod, de políticos, plutócratas, artistas, deportistas…, conocidos en todo el mundo, y de gentes del común, casi siempre en acrílico y tinta de serigrafía, retocados, coloreados, sublimados o humanizados por él, que los convierte en estrellas, en seres originales y sagrados del siglo XX, norteamericano o no, y para siempre. Esas cabezas-máscaras, esos cuerpos-bellezas geométricas o biológicas, esos labios bermellones de mujer con un trazo blanco… Un retrato de un mundo dinámico, poderoso y conquistador, que ha modelado buena parte de la constelación simbólica de lo que llamamos nuestro tiempo.

“Atenas arde”

Atenas arde. No: está quemando varios edificios de Atenas un grupo de vándalos que se oponen al Gobierno reformador de Papademos.


– Muchos vocales debieran escribirse con b.


– Se tiene fe o no se tiene: por débil, quebradiza y menesterosa que parezca esa misma fe.

El modelo de Escocia

Primero, fue Irlanda, que ha sido el modelo más perdurable, hasta hoy mismo, y no hay más que ver el último “proceso de paz” y su fruto el Acuerdo de Gernika. Después vinieron Suráfrica, Palestina, Kosovo y hasta Montenegro. Siempre quedaba, allí lejos, la provincia federada de Quebec, pero la última derrota histórico del partido quebecquois en las elecciones al Congreso de Canadá ha desilusionado a los independentistas hispánicos, que miran ahora hacia Escocia, donde gobierna un partido hasta ahora ninoritario, cuando la mayoría era casi siempre laborista, y por vez primera mayoritario, que quiere hacer un referéndum dentro de dos años, entre la independencia y la autonomía fiscal, a una población que sólo en un tercio se declara independentista. Pero, sin entrar ahora en detalles -que para eso está Internet-, poco tiene que ver la constitución, la tradición, la historia de Escocia, viejo reino independiente durante siglos,  hasta hace tres, y tan distinto por tanto de lo que ha sido siempre el País Vasco dentro de España, pero tambien tan distinto de Cataluña, parte esencial del reino medieval de Aragón  hasta la unidad con Castilla  para formar España. a comienzos del siglo XVI. Otro espejo equivocado.

Vascos

Resulta que, según el último Euskobarómetro, de la Universidad Pública del País Vasco, el 49% de los vascos consultados no se consideran nacionalistas, frente al 45%, que sí se consideran. Resulta que el 36% se tienen por tan vascos como españoles, frente al 30%, que se consideran sólo vascos, un 20% más vascos que españoles, un 8% sólo españoles, y un 4% más españoles que vascos. Resulta que sólo el 24% de los vascos se declaran independentistas, frente al 36% que se declaran autonomistas, un 28 % federales, un 6% centralistas… Resulta que los votantes del PNV se reparten entre un 43% de federalistas, un 29% de autonomistas, un 24 %  de independentistas. Y que entre los votantes de Amaiur hay un 21% de  federalistas y sólo un 69% de independentistas. Resulta… Pero luego pocos se atreven a decir y escribir, y menos a proclamar, lo que  piensan, consideran, quieren, sienten, viven. 

Los candidatos norteamericanos y la religión

Aqui a nadie se le ocurrió preguntar por su confesión religiosa, en casso de haberla, ni a Rajoy ni a Rubalcaba, ni, en el congreso de Sevilla, a Rubalcaba ni a Chacón Pero en las elecciones primarias del partido republicano en los Estados Unidos de América, con cientos de debates públicos -y no ruedas de prensa sin preguntas-, los candidatos se someten a diario a toda clase de cuestiones, en las que la  religiosa y  la moral tienen una gran relevancia. Y así el favorito Mitt Rommey, ex gobernador de Massachusetts, multimillonario con fama de centrista (aunque muy rígido en cuanto a inmigración), y mormón en religión, tiene, para sorpresa de algunos, el aval de la ex embajadora ante la Santa Sede, católica y presidenta de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, Mary Ann Glendon, quien valora la defensa del matrimonio y de la familia, así como su experiencia, enfoque y empeño por el bien común, de su candidato favorito. En cambio, el ex gobernador de Pensilvania, el catóilco Rick Santorum, tiene sus mayores apoyos entre los evangélicos conservadores, tal vez por sus credenciales “pro vida” contra el aborto, aunque en política social o inmigracion se aparte un tanto de la doctrina social de la Iglesia católica. Más curioso es el caso de Newt Gringrich, ex presidente del Congreso y azote de Bill Clinton. Se convirtió de la Iglesia baptista al catolicismo el año 2008 y promovió un conocido documental sobre Juan Pablo II. Tiene en su contra para muchos de sus posibles votantes el que, antes de su conversión, se divorció dos veces y está casado con una tercera mujer, y, además,  una de sus ex está empeñada en reventarle la campaña.- La religión y moral cuentan sí en  la vida pública  de USA, pero ya se ve que de muchas maneras y no siempre, ni mucho menos, en la misma dirección.

Los empresarios, tan malos

Según ese dualismo “diabólico”, del que hablaba ayer, para unos, los malos son siempre, y a todos los efectos, los empresarios; para otros, en  el lado opuesto, los sindicalistas y sus sindicatos. Y vuelta a empezar. En los ambientes llamados de izquierda o progresistas (que ahora parece que todo es uno) todavía hay muchos que, de una u otra manera, creen que los empresarios, en general (¡ siempre la abstracción sustituyendo a la realidad concreta!), quieren tener una empresa con los menos trabajadores posibles (despidos generales), muchas ventas y muchos beneficios, sin otro objetivo que ése, cuando tal vez deberían esos mismos empresarios estar obligados a mantener y a pagar a un sin fin de trabajadores innecesarios para la empresa (mentalidad del Estado benefactor cuando no dueño absoluto del país). No faltan quienes creen (más que razonan o calculan) que los empresarios deben proporcionar empleo, tengan o no tengan demanda, y mantener plantillas que tengan poco que ver con el mercado real, sin buscar relación alguna de todo esto con la posible capacidad de contratación, especialmente de los que no tienen trabajo alguno, que suelen ser los más jóvenes. En el otro lado están, ya digo,  los que creen que los sdindicatos y sus sindicalistas, siempre pocos entre la gran masa de los trabajadores, no quieren sino la ruina de las empresas y la agitación social permanente, camino de la revolución, estilo siglos XIX y XX. Y no, no es así. Pero, sin superar el maldito dualismo histórico es imposible salir del laberinto mental y real en que nos encontramos encerrados.


La España de las dos Españas

Sé bien que en tono a cualquier hecho puede haber varias, múltiples, interpretaciones. Y sé también que la inveterada y torpe división de la visión del mundo en dos, la llamada izquierda y derecha, resto de doctrinas muy antiguas y falseadoras de las realidad, a veces con pretensiones religiosas, ha hecho estragos en la historia del pensamiento y convertido la vida política de muchos países en un pugilato estéril y calamitoso. Tal es el caso español de las dos Españas, condenadas a combatirse y excluirse de por vida. Ya sea a la hora de juzgar el juicio a Baltasar Garzón o la reforma laboral. Los partidos políticos, por definición, y los medios de comunicación, en buena parte, por contaminación, se han vuelto incapaces de cualquier juicio riguroso y ecuánime en torno a cualquier acontecimiento de nuestra vida pública. Por lo cual tenemos que buscar afanosamente la más veraz información por nuestra cuenta y volcar sobre ella el juicio más imparcial posible, sin esperar ni temer la dual y maligna influencia de alguna de las Españas enfrentadas para siempre y en todos los momentos y lugares de la vida. Arduo trabajo pero lleno de compensaciones humanas y humanizadoras.

Akzhama Abdalieva

Akzhama Abdalieva, natural de Kazastán, doctora en Artes por la universidad de Estambul, muy conocida en Europa y en todo el mundo, nos evoca de entrada Modigliani, pero pronto, contemplando su ya extensa obra, nos perdemos en la historia de la pintura universal: primitivos italianos, pinturas amorosas que iluminan los clásicos  textos indios, impresionistas franceses…, que vemos o soñamos ver tras esas mujeres espléndidas, solas o acompañadas, multicoloridas y elegantes siempre, recogidas (a veces en ovillos fetales), los ojos cerrados, ensimismadas, silenciosas, adorables al mismo tiempo, angélicas (no faltan las alas), enamoradas lésbicas o heterosexuales, Evas de Adanes muy viriles pero recatados como ellas, cuando no, aunque menos, familiares y cotidianas, sensuales y atractivas. Akzhama Abdalieva: una mujer pintora de mujeres como pocos lo han conseguido.