Archivo por meses: diciembre 2009

Contra la deshumanización

Pino Jiménez (LaS  Palmas de Gran Canaria, 1964), maestra diplomada y psicopedagoga, directora hasta su nombramiento de un colegio público en su región, es la primera mujer que preside desde hace unos meses la Comisión Permanente de la HOAC en España. La presidenta de la Hermandad de Obrera cree firmemente que sólo estando al lado de las víctimas de situaciones empobrecedoras y deshumanizadoras seremos todos capaces de avanzar en la construcción de formas de vida y acción que pongan en el centro a la persona y su proyecto de humanización integral. Para ella Jesucristo es la mejor propuesta de humanización y de liberación para todos. Experiencia que vivimos y transmitimos –afirma- en la medida que somos místicos en el corazón del mundo obrero, traduciéndose en formas  de vida y acción que se conviertan en proyecto de felicidad para responder al hombre y a la mujer de hoy. “Sabemos que llevamos un  tesoro en vasijas de barro”.- Una acertada y viva reflexión para el final del Adviento.

Cuarto Domingo de Adviento

                 (Sobre la IV Égloga de Virgilio)
                                
                                    IV

Ya ha llegado el tiempo,
clara estirpe divina,
digno vástago de Dios.
Mira
cómo tiembla el mundo
sobre sus ejes inclinados,
cómo las tierras y los mares
celebran con estruendo
los tiempos gloriosos que van a venir.
Comienza, tierno niño, a conocer
por la suave sonrisa a tu madre.
Diez meses lunares te alimentó en su seno
y ahora te contempla jubilosa,
queriendo contagiarte su gozo incontenible.
 

Terror en Méjico y Guatemala

Estamos más o menos informados en España sobre los miles de crímenes de las mafias en Méjico y de  de ciertos abusos de la exasperada represión gubernamental, pero apenas si sabemos algo de esa matanza cotidiana en la vecina Guatemala, donde. una década después de  terminada la guerra civil, hay más muertes al día que entonces. Las trasformaciones institucionales, adjuntas a los Acuerdos de Paz (1996) son todavía letra muerta. Y el obispo Gerardi, que fue el coordinador y el alma de la Recuperación de la Memoria Histórica, que reveló la resposabilidad del ejército y de las fuerzas de seguridad, pagó con su vida tal atrevimiento. Según los obispos guatemaltecos, el narcotráfico  y el crimen organizado campan por sus respetos en el país, las fuerzas criminales son  cada vez más poderosas e impunes, el Estado se muestra débil frente a ellas, y la justicia tiene cada día menos credibilidad. La pobreza, la miseria, la exclusión social y cultural  -sobre todo de los indígenas, especialmente mujeres y niños- son el caldo de cultivo del narcotráfico, las maras, la emigración, la crisis económica o las sectas. Frente a Colombia, Honduras, Bolivia o Venezuela, que acaparan, por uno u otro motivo,  la atención mundial, la pobreza de Guatemala consiste también en ser desconocida u olvidada por casi todos.

Buscar a Dios

Parece que muchos ya lo encontraron… en algunos futbolistas o artistas. Unos llamaron dios a Pelé, otros a Maradona. Ahora Messi es el nuevo dios. Antes fue El Fary. Y siempre están ahí  las diosas de la belleza en las películas y en los concursos. Casi todos entienden por divino el éxito, el  talento, el prestigio, la imagen…, cosas  tan lejanas del Dios que nos mostró Cristo, la Palabra y la Revelación divinas. Sin embargo, creo que Eugenio Jonesco acertó cuando dijo aquellas inolvidables palabras: No es cierto que hoy sean pocos los que buscan a Dios. Las personas lo buscan siempre. Quizá lo buscan en los ídolos de la canción, del deporte, de la política, del terrorismo… No es posible una sociedad sin Dios. No sé si, desde mi pobre fe, puedo decir que creo en Dios…, pero sí sé, con seguridad, que Dios me falta.

Mudos perros guardianes

En estos últimos cuarenta años, no he visto otros manifiestos colectivos y públicos del llamado clero vasco que por cuestiones político-patrióticas y por enfrentamientos con sus obispos españoles-españolistas. Casi una misma causa. ¿Alguien ingenuamente pensó que iban a firmar un manifiesto en contra de la nueva ley del aborto, apoyada por el PNV? Si no abrieron la boca, como colectivo eclesial, en estos cuarenta años contra el terrorismo etarra y contra sus centenares de víctimas, y se callaron, casi todos, como mudos perros guardianes -suave metáfora bíblica-, ¿qué podemos esperar a estas alturas? Hasta la parte de razón que puedan tener en algunos de sus juicios sobre la elección de los pastores de la Iglesia, se la quita su habitual cobardía pastoral durante tantos años, derivada en buena parte de su ideología política. No tienen fuerza moral, y menos espiritual, para renegar del pastor que les envían, cuando renegaron de su más elemental deber profético ante una de las mayores violaciones humanas en Europa, sólo comparable con el terrorismo del IRA y el  terrorismo de la Mafia. En esa cobardía general resaltan aún más las excepciones: el párroco Jaime Larrínaga, los jesuitas Antonio Beristain, Alfredo Tamayo, Fernando García de Cortázar, y seguramente algunos más, todos ellos exiliados exteriores o interiores: a ellos el honor y la gloria.

Espiritualidad

Eugenio Trías, que acaba de publicar una reformulación de su fecunda gesta de pensamiento en dos volúmenes, con el título de Creaciones filosóficas, es el filósofo español vivo que más ha tratado el tema fundamental de la espiritualidad. Entendida como vínculo irrenunciable entre el hombre y lo sagrado, es quizás, como escribe Juan Carlos Rodriguez en VN, la pieza clave de su extensa  obra filosófica en torno al hombre y sus extensos campos de acción. Lo que yo quería proponer -dice Trías- en La edad del espíritu (1994) sigo manteniéndolo hoy en día: es la idea de hacer ver la necesidad de una espiritualidad entre la confesionalidad acrítica y un ateísmo o agnosticismo ignorante. Creo por tanto en una confesionalidad responsable. (…) Creo, en cualquier caso,  que hoy sigue habiendo un decidido interés por lo religioso, en contraste con la ausencia o crisis de valores. El filósofo catalán, que desde finales de los setenta entiende el Dios creador como un Dios que padece y sufre, propone esa edad del espíritu, en la que sea posible la conjunción de simbolismo religioso (que cubrió todos los imaginarios de muchas gentes durante muchos siglos) y razón (que ha dominado los últimos tiempos). Eugenio Trías ve la espiritualidad actual en esa plusvalía de sentido en muchas manifestaciones personales, místicas, gnósticas, artísticas, literarias, musicales, filosóficas… del hombre de hoy, y se muestra convencido de que la espiritualidad puede contribuir  a que la crisis, o lo crítico, sea habitable. Y es que la historia para él, frente a tantas propuestas modernas y posmodernas, es sobre todo historia simbólica o historia espiritual.

Banca ética

Pasa por ser un elemento principal de lo que algunos han dado en llamar la nueva Democracia Económica y el nuevo sistema de Mercado Social. En España la FIARE (Fundación de Inversión y Ahorro Responsable) comenzó a moverse en Vizcaya el año 2003, tras varios meses de reflexión, y, dos años después, se convirtió en una empresa financiera extendida a través de redes sociales territoriales. Su máximo exponente, la Banca Ética, actúa a modo de cooperativa de crédito, sin ánimo de lucro y al servicio de la sociedad. Condición para  el préstamo de sus créditos es que las actividades financiadas tengan un impacto social positivo. Se trata,  pues, de  financiar actividades económicas que desarrollen proyectos sociales, medioambientales, culturales y humanitarios, buscando poner los recursos sociales al alcance de los más pobres, según el director de Desarrollo, de la Banca, Juan Garibi. Hoy la Banca Ética FIARE está compuesta por 345 organizaciones: de ellas, más de 25 congregaciones religiosas y unas 50 asociaciones vinculadas a ellas (muchas ONG) están representadas en su estructura. Caritas Española es miembro fundador de la misma; entre sus socios están los tres obispados vascos, pero también CC.OO. de Cataluña. La Banca, en definitiva, pretende, según sus estatutos,  rescatar el valor social de dinero y la actividad económica al servicio de un mundo más justo, humano y sostenible.

El silencio

Toda la fuerza interior que poseo -escribe el poeta Pablo D´Ors-, mucha o poca, la he extraído del silencio, entendido como ayuno de pensamientos. Pero no es que en ese silencio me haya sido revelado nada especial. El silencio es elocuente en cuanto silencio. La palabra que nos esconde el silencio es el silencio mismo. Es curativo de forma indirecta, misteriosísima. De pronto ve uno las cosas con más claridad y está mejor. Y si yo estoy bien, colaboro para que el mundo esté mejor. No hay que hacer nada esperando una meta o finalidad. La meta o finalidad es la acción misma, sea cual sea. La vida es el objetivo.No hay que llegar a ninguna parte: ya estamos en esa parte que buscamos

Tercer Domingo de Adviento

                (Sobre la IV Égloga de Virgilio)
                                
                                      III

Cuando el niño comience a leer la historia de sus héroes,
las blandas espigas brillarán en las sernas  terrosas,
rojizos racimos colgarán de las cepas incultas
y las duras encinas sudarán rocío de miel.
Pero el mal morará todavía en las gentes mortales,
cruzarán los océanos las naves de la guerra,
volverán a cubrirse las urbes de murallas,
volverán los Aquiles y los cercos de Troya.

Al llegar el muchacho a la edad viril y virtuosa,
se mostrarán los signos de los tiempos ubérrimos:
sobrarán los arados y las bélicas naves,
las murallas, los yugos de los bueyes,
y aun las podaderas.
Los carneros mudarán el vellón en los prados,
al gusto de sus dueños,
y pastando no más en la hierba verdosa
vestirán de escarlata los blancos corderillos.
Las Parcas implacables y los Hados numínicos
dirán a los husos obedientes:
corred y triscad, oh siglos venturosos.

El clamor de los excluidos

En su último libro, El clamor de los excluidos: Reflexiones cristianas ineludibles sobre los ricos y los pobres, el catedrático de la universidad de Comillas,  el brilante teólogo y sociólogo Luis González-Carvajal  parafrasea al cardenal francés Marty, al afirmar que resulta difícil entender que haya ricos con alma de pobre en un mundo de hambrientos de pan. Este excelente manual de teología pastoral estudia la justicia y la caridad como dos manifestaciones de la mejor tradición cristiana; dos frutos de esa caridad, que algunos todavía confunden con la limosna, son la comunicación cristiana de bienes y el voluntariado social. Una Iglesia que practique la caridad (de jaris: gracia, gratuidad, donación) de la mano de la justicia -sostiene el autor- no resultará competidora del Estado de bienestar y sus prestaciones, sobre todo si aúna a la vez la asistencia, la promoción y la transformación de las estructuras. ¿Caridad política? Sí, en el mejor sentido de la expresión.