Vuelve la trampa de la derecha y la izquierda

 

         Como era de prever y de temer, ya ha comenzado la campaña de la derecha y de la izquierda, la vieja división del mundo en dos, que sirve de comodín para todo, especialmenre a la hora de componer mayorias y formar gobiernos. Sucedió en 1996, en 2007 y en 2011, los agostazo y marzazo, de los que habla el todavía alcalde Asirón. Preparémonos, si recordamos la feroz e implacable campaña anti PSOE de aquellas fechas para algo parecido o aún peor, porque esta vez se trata de perder un poder máximo que entonces no tenían. Lo que poco que les importa durante el cuatrenio, la llamada política social, es lo único que ahora parece interesarles. Lo que más les importa, la construcción nacional, desaparece como por ensalmo, a la hora de intentar amarrar el poder o negárselo a la fuerza más votada, su abominada derecha navarrista  y españolista, su enemigo natural. Claro que a eso les ha ayudado como nadie la misma candidata socialista, poniendo por encima de todo la izquierda progresista, en la que se incluyen Bildu, Geroa Bai, PSN, PODEMOS e IE: ¡todos progresistas del progreso entendido según el interés de cada uno! Cielo santo, ¿cuándo ha sido progresista para el confederalismo/independentismo vasco y el leninismo podemita el PSN-PSOE?I

Incluso, la candidata socialista al ayuntamiento de Pamplona, que despidió al alcalde Asirón con un significativo agur, la noche de las elecciones, sale ahora diciendo que, si le vota Bildu, no dimitirá como alcaldesa, contradiciendo su propia ejecutoria política -látigo de Bildu y de toda la herencia de ETA-Batasuna-; el sentido común; el resultado electoral, y la misma doctrina oficial del PSOE de Sánchez de no acordar nada con los independentistas y herederos de la banda criminal. ¡Todo por el propio ombligo!

Una mano amiga me envía los datos electorales de abril de 1979 para el ayuntamiento de Pamplona: los mismos que los de hoy, salvo que HB se llama ahora Bildu, PNV es Geroa Bai, y UCD+ UPN se denomina Navarra Suma. Es verdad que el PSOE de Urralburu, en aquella ocasión, acordó con HB, a la chita callando, cambiar los cromos del Parlamento Foral y del Ayuntamiento pamplonés; que HB no quiso votar al candidato socialista al Parlamento y entonces el acuerdo secreto quedó roto. Y que al final, HB votó por su cuenta al candidato socialista a la alcaldía, que tenía 5 votos, los mismos que hoy, frente a los 13 de UCD-UPN. Y es verdad también que el alcalde triunfante regaló a HB la primera tenencia de alcaldía.

Malos precedentes. Pero era todavía 1979. Acabábamos de comenzar. Éramos  muy bisoños. ETA era todavía la que marcaba la progresía y el futuro. Todavía no teníamos clara su intrínseca maldad y menos todavía lo que Navarra se jugaba en el empeño. Pareciera, pues, tras 40 años, que no hemos aprendido nada. Que todo lo que hemos conseguido estuviera en el aire. Que no existiera ni moral universal, ni sentido común, ni tuviéramos todos la cabeza en su sitio.