Una felicitación a los 44 años

          (. . . )

Dos cuatros gemelísimos.

Dos sillas de montar cabalgando por la vida.

Dos asientos, más que reservados,

para el gran espectáculo

del mundo actual.

Dos sillas bajas

de descanso

después de tanto sobresalto y decepción.

 

Antes de que lleguen los cincos,

 y los seises, los sietes y los ochos,

cada vez más altos,

más rígidos, más débiles…,

que tus cuatros

 te dejen

mucho más que cuatro cosas

esenciales:

un doble cuatro de oros,

un canto a más

de cuatro voces mixtas,

 y  la capacidad

de hacer y de  decir

muchas más de cuatro cosas

a más de cuatro…

                      (. . . )