¿Todo comenzó en Túnez?

En el paraíso para veraneantes ricos de Túnez, exilio dorado de Benito Craxi y de tantos  magnates, ha estallado la revolución juvenil contra el hambre, el paro, la dictadura interminable. En un edificante editorial EP canta tamaña, aunque incipiente, revolución y acusa ahora a la Unión Europea y a los Estados Unidos de América de proteger y  apoyar a las dictaduras árabes, con  tal de que repriman a los islamistas, controlen la inmigración y nos garanticen el gas y el petróleo. Nada más cierto. Pero, ay, a la hora de la verdad, y a modo de conclusión, aconseja remojar  sus barbas a los vecinos Argelia y Egipto. ¡No a Marruecos y a Libia! Todos, por lo visto, huímos de la autocrítica como de la peste.