Premios Príncipe de Asturias

Vuelvo a mostrar mi admiración por una de las organizaciones -ya toda una institución- de mayor acierto y de más continuado éxito de nuestra España contemporánea. Ayer volví a admirar la selección de premiados, el excelente discurso del príncipe Felipe (un ejemplo del genuino patriotismo), las palabras de los premiados, la preciosa ceemonia en sí, el entusiasmo del público, el himno de Asturias… (Por cierto, ¿no podría ser el de España, cambiando una palabra, sin que dejase de ser el de Asturias?) De todo lo mucho que aprendí y he aprendido de todos estos auténticos personajes, me quedé con la commoción que vivió, y nos  los trasmitió, el serio y genial cineasta austríaco Michael Hanecke ante los cuadros negros de Goya en el Museo del Prado, hace unos años. Qué vivencia extraordinaria de un artista extraordinario. Qué hombría de bien…