No son presos políticos

Una buena noticia nos llega desde el Parlamento de Euskadi, que con los votos del PSE, PP y UyD, y la tibia abstención del PNV, ha aprobado una resolución que dice que ni en Euskadi ni en el conjunto de España existen presos políticos, por lo que rechazan contundentemente la utilización de este término para definir a los presos de ETA. Nada del otro mundo, nada que no hayamos dichos tantos durante tanto tiempo, pero algo cuando los herederos y sucesores de ETA-Bataluna siguen llamando a esos presos, en el mismo Parlamento, luchadores por la libertad. El PNV explica su abstención diciendo, al menos, que los presos etarras no son presos de conciencia, no son presos políticos, según el parecer de la ONU, pero que sí son presos que vulneraron la ley y los derechos humanos con una motivación política. Sí, claro, y otros tuvieron una motivación social, o racial, o sexual, o amorosa, o familiar, o sindical, y hasta estética, fislosófica o religiosa. ¿Y qué?  Todos ellos pueden ser, al decir de Borja Semper, como los presos etarras, asesinos de manual. Gorka Maneiro todavía quería más: que sea considerado delito negar que hubo crímenes por parte de ETA. Como negar el Holocausto. Una buena pista.