Mubarak

Me pareció una carátula en la tevisión egipcia. Una carátula que hablaba al pueblo egipcio y al mundo. Su lenguaje era tambien una lenguaje caratulado, por lo arcaico, impresente, inadecuado. Una pieza de museo. Treinta años de gobierno absoluto y mentiroso, de gobierno a la defensiva, miedoso y alertado tras el asesinato de dos de sus predecesores, dan este resultado casi fatal. Pero no creo que ese discurso nefasto, que hizo estallar en la plaza de Tahrir un rugido de rabia y decepción, sea posible sin alguna complicidad del ejército. Pronto lo sabremos. Por otra parte, Mubarak y los suyos saben bien que los Estados Unidos de Obama y la Unión Europea de sus buenos amigos Merkel, Sarkozy y Cameron no moverán un dedo, ni siquiera de la lengua, para su derrocamiento, si no están seguros de una cierta seguridad tras el final de este regimen. Israel está demasisdo cerca y no muy lejos Irán. Durante muchos años Mubarak ha sido un muro de contención. La presencia de su partido en la Internacional Socialista hasta hace sólo unos días lo dice todo. Exigir que Mubarak se vaya ahora mismo, sin más,  sólo pueden hacerlo los millones de pobres, parados, hambrientos y desesperados de la calle.