Los valones también se mueven

Ahora que por fin ya hay un gobierno de concentración en Bruselas, presidido por un activo nacionalista flamenco, que confundía hace unos meses La Marsellaise con La Brabançonne y para quien Bélgica era un “accidente de la historia“, no todo van a ser movimientos flamencos hacia una refederalización del país, cercana a la confederalización. También los valones francófonos han comenzado a moverse, después de una larga parálisis política. Y de la mejor y más inteligente manera que tienen de hacerlo: poniendo a su lado a la Región de Bruselas, la capital, que constituye la tercera Región del Estado federal. Con su altísimo nivel de vida, con su millón de habitantes, de los cuales el 85 por ciento es francófono, la capital del país y capital europea es el elemento más reequilibrador de la nación y el apoyo más seguro para la Región de Walonia, temerosa siempre de que el porcentaje 60/40 en población y en producto interior bruto en relación a Flandes juegue siempre en su perjuicio. Los dos ministros-presidentes, socialistas, de Valonia y de Bruselas, Rudy Demotte y Charles Picqué, respectivamente, se han mostrado favorables en un manifiesto conjunto a formar una “federación de francófonos de Bruselas y Valonia“. sustituyendo así la llamada Comunidad francesa, con sus competencias y gobierno propio -típica figura institucional belga- por un gobierno conjunto en ese terreno comunitario (educación, cultura, etc.), que será la suma de los ministros de las dos Regiones francófonas. Hace ya muchos años que la Región de Flandes integró en la Región las competencias y gobierno de la Comunidad neerlandesa. Ahora les toca a los francófonos, divididos en dos Regiones. Un buen paso, que ya fue recomendado hace seis meses por el partido mayoritario en los dos territorios, el MR (Mouvement Reformateur), antiguo Partido Liberal Francófono, tras la división en dos del  Partido Liberal Belga, y que será probablemente quien gobierne pronto en esa Regiones francófonas belgas.