La incomunicación del PP

La incomunicación ha sido desde el comienzo una nota caracterísica del PP en el Gobierno de España. Ya sea por convicción arraigada, por elitismo político (complejo de singularidad o de superioridad), por falta de verdaderos comunicadores, o por tal número de realidades onerosas (casos de corrupción, etc), que hacen imposible toda fluida y natural comunicación. O por todo ello a la vez. Para colmo, cuando la secretaria general del partido, harta de Bárcenas, sus trampas y sus mentiras, decide por las bravas querellarse contra él, se encuentra con que la salida personal -una palabra contra otra- lleva consigo la escenificación judicial de la acusación de Bárcenas, pantalla mediante, desde la cárcel, lo que añade mayor desconfianza y mayor escándalo, si cabe, en medio de una nueva, radical, incomunicación.- La política, arte del gobierno de la comunidad, de la sociedad, del pueblo, es plaza pública o es una merienda de negros. Pero la plaza pública exige personas comunicadoras, de buena y convencida comunicación, y, sobe todo, sin temor a lo comunicado.