Jil Van Eyle y el “teaming”

Entre tanta indiferencia, discriminación, injusticia y crueldad, dentro y fuera de la crisis, hay gente, mucha gente, dedicada a hacernos la vida tolerable y hasta feliz, que no escatima ni tiempo ni medio alguno para conseguirlo. Como  ese holandés,  de difícil nombre, que fue un empresario rico y triunfante, quien, al nacer su hija con hidrocefalia, pasó del preguntarse vulgar “¿Por qué me pasa esto a mí?” a escribir el libro superventas Cómo dejé de ser un idiota. E inventó el célebre “teaming” (haciendo equipo), idea que comparten miles de empresas en cuarenta paises del mundo,  mediante la cual se recaudan 200.000 euros al año para pequeños proyectos sociales. Basta un euro al día. Genial y estimulante. Otra señal viva de esperanza. De abajo hacia arriba. Y en un clima de entendimiento y consenso  en cada lugar, que hace posible este pequeño milagro al alcance de todos.