Desaparece mi biblioteca digital

A finales del mes de junio, miré un buen día mi Biblioteca digital, situada en en el ángulo superior derecho de este Cuaderno, y me encontré con uuna ventana ininteligible para mí, que ahí sigue. Llamé a quien tenía que llamar. Pasó un cierto tiempo veraniego, tiempo del bel far niente. Después, todos mis llamamientos y requerimientos  a quien podía y debía han sido inútiles. Tal vez he aguantado demasiado tiempo. Mis cinco series, que iba ampliando poco a poco, con varios libros completos, han desaparecido. Es una pérdida muy dolorosa y costosa para mí. Ojalá pudiera ayudarme alguien. No tengo más remedio, pues, que abrirme la vía judicial. Y Dios con todos.