Islamistas contra el Cristianismo

Estuve contra las caricaturas de Mahoma y hasta pienso que hubiera sido mejor que este excelente papa, a quien venero y a quien admiro, no hubiera empleado esa equívoca anécdota histórica en su sabio discurso en Ratisbona. Y a la vez me uno a la repulsa declarada, estos días, por tantos demócratas, creyentes o no, del terrorismo y el fanatismo de muchos musulmanes; repudio el silencio de los creyentes islamistas a los que llamamos “moderados”, y más todavía la cobardía de tantos políticos e intelectuales occidentales, que no levantan nunca la voz contra la frecuente persecución y matanza de cristianos en África y en Asia, a manos casi siempre de mahometanos, y que, con tal de no defender ahora al papa y a los cristianos en peligro, son capaces hasta de parecer inhumanos. “Después de haber vencido al fascismo, al nazismo y al stalinismo, el mundo se enfrenta a una nueva amenaza totalitaria mundial: el islamismo…”, comienza diciendo el reciente manifiesto de 12 intelectuales de todo el mundo, encabezados por la holandesa-etíope Ayaan Hirsi Ali, amenazada de muerte, como tantos intelectuales y profesionales de origen musulmán.