“Hacerse espaldas unos a otros”

 

... porque andan ya las cosas del servicio de Dios tan flacas, que es menester hacerse espaldas unos a otros los que le sirven, para ir adelante, sigún se tiene por bueno andar en las vanidades y contentos del mundo, y para éstos hay pocos ojos; y si uno comienza a darse a Dios, hay tantos que mormuren, que es menester buscar compañía para defenderse, hasta que ya estén fuertes en no les pesar de padecer, y si no, veránse en mucho aprieto.

(San Teresa de Jesús, Vida, 8, 22)