El viento no se lleva
las ideas, que se mueven a su aire,
ni las buenas intenciones,
lo mejor de cada casa.
Tampoco el calendario
tiene mucho que ver
con la vida intensamente personal.
Ha pasado junio, llegará septiembre.
Todos tendremos
más vida en las alforjas interiores,
si no nos derriba en el trayecto
el bronco y brusco camión de la muerte.