Extranjeros en propia casa

 

    Esta situación política llevada a la exasperación, y adobada con una sarta de exgeraciones, mentiras y calumnias, saca a la luz y al viento públicos  el principio de la exclusión, fundamento de todo nacionalismo-chovinismo étnico xenófobo, el que reparte a todos los discrepantes  los títulos de  extranjero, sucursalista, españolista, xarnego, botifler, traidor, anticatalanista, invasor… En definitiva, no perteneciente al verdadero pueblo catalán, el elegido por la historia y por la nueva democracia aclamativa, que se inviste del derecho de quedarse para él un trozo de un territorio común y una parte de un Estado común y secular, ahora ya maldecido y odiado, para hacer rancho aparte con esos privilegiados elegidos, dejando a otros muchos excluidos de sus antiguos derechos y deberes, y excluidos a la vez de los nuevos deeberes y derechos proclamados por el  nuevo Estado, del que han sido declarados indignos. En otros tiempos y lugares fueron excluidos los cristianos, los paganos, los judíos, los negros… En este tiempo y lugar son los antes citados, a los que primero se les insulta y amenaza, y después, en el mejor de los casos, se les hace la vida imposible.