El microbio de la TV

 

                Otar Joseliani (Tblisi, 1934), el cineasta georgiano, influenciado por Tati, Buñuel, Keaton o Renoir, siempre crítico con el cine comercial y comercializado, ha estado en Pamplona  presentando varias de sus películas en el Festival Punto de Vista; le ha horrorizado ver después de muchos años la nueva capital navarra (se supone que desde el punto de vista arquitectónico y urbano), y ha hecho unas cuantas declaraciones a la prensa, en una de las cuales ha dicho una cosas muy sensata aunque incompleta: La televisión ha inyectado ese microbio que destruye todo lo que implique pensar. Se trata de una catástrofe intelectual y moral.- Más que inyectar un microbio, la televisión ha sustituido en muchos casos el pensamiento, se ha hecho no tele-visión (visión de lejos) sino  visión de cerca, y hasta toda la visión de la vida, sin dejar lugar a pensamiento alguno, y menos aún a cualquier pensamiento crítico con lo que allí se piensa, se dice, configura, se alaba, se denigra, se proclama, se define y se dicta. Los tele-videntes son, en esos casos,  los uni-videntes, los  toti-videntes, los soli-videntes. Y en verdad, no hay catástrofe intelectual y moral más grande que la falta de pensamiento propio, autocrítico y crítico, que es la  primordial característica del ser humano.