Dos buenas noticias

Raramente me complazco en lo negativo. Y más raramente aún me entusiasmo con ello. Pero hay acontecimientos que son sólo aparentementre negativos y, en cambio, muy positivos en la realidad. Y hoy los dos a los que me refiero lo son. Los dos personajes han hecho mucho daño a sus países, a sus comunidades. Han hecho sufrir a mucha gente. Se han servido de ella, han abusado de ella. Por ellos dos hay más pobres en el mundo, hay más escandalizados en el mundo, más desesperados en el mundo. Se merecen bien lo que tienen. Ojalá puedan arrepentirse en lo que les queda de vida. Pero sobre todo, ojalá no puedan contaminar más, no puedan hacer más daño todavía en los vericuetos, siempre posibles, de una justicia injustamente administrada. Claro que me refiero a Silvio Berlusconi y a Luis Bárcenas. Bien está el uno condenado a siete años de cárcel y sobre todo a ser inhabilitado de por vida para cargo público alguno. Y bien está el otro en la cárcel de Soto el Real: destino, que los españoles le hemos deseado hace mucho tiempo: demasiado.