Charles Maurras entre nosotros (I)

Charles Maurras (Martigues, Bouches-du-Rhône, 1868 -Tours, 1952), periodista, escritor, poeta, miembro de la Academia Francesa (1938), fue el ideólogo que con mayor éxito repensó desde supuestos positivistas el llamado nacionalismo integral, los fundamentos del tradicionalismo francés, opuesto al significado social y polìtico de la Revolución de 1789. Se llamó también, por el método de sus investigaciones, empirismo organizador. Siguiendo a Comte, de quien parte,  Maurras asimilaba la sociedad a la naturaleza como una realidad objetiva. agregado natural regido por leyes de jerarquía, selección, continuidad y herencia. La Humanidad, el ente supremio comtiano, su dios sustituto, es para Maurras la nación, la nación francesa, fundada por la historia, trasmitida por la tradición, y destinada a perpetuarse en el futuro. ChM se remonta al origen del individualismo liberal, máximo mal de la modernidad, y lo encuentra en el momento en que la Reforma protestante rompe la unidad dogmática y social de la cristiandad medieval. El Romanticismo continuará y promoverá el personalismo individualista y la Revolución culminará el proceso, llevando al límite del abuso, del exceso y del crimen, el inicial individualismo protestante. La III República francesa hará de catalizador de aquellas ideas nefastas y destructoras de la nación francesa que dejó la Revolución, por medio de lo que él llama los cuatro estados confederados: protestantes, judíos, masones y extranjeros. La República suponía la democracia, el sistema electoral, la centralización administrativa que anula las regiones tradicionales…, todo lo cual lleva al debilitamiento de la nación. A eso había que unir el anticlericalismo feroz contra la Iglesia católica, que era, según  Maurras -agnóstico, enemigo del cristianismo y amigo del catolicismo-, el mejor apoyo, la mejor sanción, por su herencia grecolatina, del orden social, y contrapunto necesario a la influencia protestate y liberal. La defensa de la nación exigía la instauración, seguramente que por la fuerza, de la Monarquía tradicional -sin parlamento y sin partidos-, y con ella de los valores del catolicismo y del clasicismo, única manera de garantizar la fuerza, la continuidad y la duración de la nación. Desde 1908 la revista L´Action Française y una red de sociedades culturales extendidas por toda Francia fueron los órganos de expresión de las doctrinas maurrasianas. Su influencia antes de la primera guerra mundial, cuya participación de Francia él ánimó, y entre  las dos grandes guerras  fue grande. No pocos intelectuales y escritores le siguieron: Daudet, Bourget, Bainviile, Massis, Gaxotte… Y su influencia llegó a Maritain, Bernanos, Proust, Gide, Peguy, Malraux, Petain, Mitterand, De Gaulle…