¿Cataluña independiente? (II) La trampa del derecho a decidir

Se pretende equiparar el llamado derecho a decidir la independencia (derecho de autodeterminción) al derecho genuino y pesonal de elegir los amigos, una profesión o un género de vida. Cada uno tiene el dereho a decidir aquello que puede y debe decidir dentro del ámbito de sus posbilidades físicas, morales y legales. Uno no puede decidir que su vivienda sea independiente de la comunidad de vecinos del bloque o que su barrio sea independiente de la ciudad de la que es parte… Es decir, en el ámbito público, la libertad de decidir significa derecho a decidir dentro de la ley, que es la garantía de la libertad y de la igualdad de todos. Uno puede, eso sí, intentar cambiar la ley, pero con el concurso de todos, pues que juntos vivimos y actuamos. De lo contrario, el llamado derecho a decidir no es más que un derecho fantasmal, que sirve para todo y para nada. Y sobre todo para confundir y engañar a casi todos.