Catalanismo político

Per a contribuir a  la unitat del catalanisme polìtic, dicen los cinco diputado rebeldes del PSC que se han ausentado del salón de sesiones y no han votado la resolución catalano-independentista. La verdad es que la justificación delata bien el pensamiento de estos cinco diputadas y diputados, a los que parece importarles un bledo España -por muy Martínez, Elena o Ventura que se apelliden-, ni la Constitución ni la democracia españolas. Me recuerdan más bien a los socialistas de la Unió Socialista de Catalunya, que tantos quebraderos de cabeza dieron al PSOE y a la UGT en los años treinta, para acabar después fundiéndose con comunistas y trotskisyas, en un partido que se llamó el PSUC, y cuyos últimos herederos, pilotados por Joan Herrera, acaban e votar tan ricamente con Esquerra y CIU. Tanto entrenamiento nacionalista catalán ha dado sus frutos, los mismos que ha dado su antigua negación de la nación española  -incluida la nación de naciones-, y aun del nombre de España (Estado y no nación) y su odio al PP. Estaba cantado. Fúnebremente cantado.