Cárceles

Del estupendo programa de Jordi Évole, que acabo de ver, me quedo con el testimonio del abogado de Antonio Puerta, que lamenta la pérdida de la compasión, comenzando por los periodistas, y que afirma que sin compasión no hay sociedad humana que valga. Con la afirmación de la señora Gallizo, ex directora de Instituciones Parlamentarias, de la que no tenia buen recuerdo, cuando lamenta que a la gente se le juzgue por lo que pueda hacer.  Y con ese admirable Josep María Fabró, sacerdote responsable de una casa de acogida para ex-presos en Martorell, que dice no ser muy de misa ni modelo de espiritualidad; que dice no ir a la cárcel a evangelizar, pero que llama así a todo lo que hace por la gente, y que espera de la misericordia de Dios que tenga en cuenta algunas cosas buenas que ha hecho…