Archivo por meses: febrero 2010

Doble falso patriotismo

El ilustrado benedictino gallego Benito Jerónimo Feijóo y Montenegro (1676-1764) se abría paso en su Teatro Crítico Universal entre el casticismo de unos y el papanatismo de otros; entre los que creian que España era lo mejor del mundo, o lo único bueno, y los que sólo veían cosas buenas en el resto de Europa, mientras miraban avengozados el estado de su patria. Feijóo defendía  una conciencia nacional española, dinámica y creadora, ni mímesis de lo extranjero ni falsa pasión nacional. En unos -escribía el monje sabio- no veo afecto alguno a la patria, en otros sólo veo un acto delincuente, que con voz vulgarizada se llama “pasión nacional”.

Los siete pecados “capitales”

Es decir, los siete pecados del peor capitalismo, traduzco ahora yo. A ellos se refería, hace unos meses, Ignacio Escolar, con acierto y agudeza, en el diario de Madrid, Público: 1) la soberbia del mercado; 2) la avaricia de los directivos; 3) la gula de los inversores;4 ) la lujuria de los especuladores; 5) la ira de los perjudicados; 6) la envidia de los actores económicos, y 7) la pereza de los reguladores que dejaron de regular.

La edad de los metales

Me envía un amigo internauta un pp. bastante soso sobre los metales que lleva en su cuerpo una persona de 50 años. Lo mejor es su título: Riqueza interior. Humor por humor, lo retitulo La edad de los metales; subo la edad a los 60, un consuelo, y lo pongo en verso, añadiéndole la coletilla de la moraleja clásica:

 
  
   Plata en el pelo,
   oro en los dientes,
   plomo en las piernas,
   gas en el vientre,
   azúcar en la sangre,
   hierro doliente
   en donde se articulan
   todos los muelles.
   ¡Quién me dijera,
   allá, a los veinte,
   que a los sesenta
   fuera un paciente
   al parecer robusto
   y resistente,
   tan rico de metales
   y de otros ingredientes,
   dulces o amargos,
   graves o leves,
   d’ ésos que roen la vida,
   d’ ésos que anuncian la muerte!

Progreso y retraso

En el museo de Bellas Artes de Bilbao, me detengo en las salas de Zuloaga y Regoyos. El asturiano Darío de Regoyos (1857-1913) vivió muhos años y pintó mucho en el País Vasco. Reconocido como uno de nuestros mejores impresionistas –Toros en Pasajes, El baño en Rentería...-, es autor también de otro cuadro menor por su arte pero no por su significación, que para mí es grande. Viernes Santo en Castilla (1904) retrata una procesión de pueblo, con un grupo de entunicados, capucha baja y cirio en las manos, que acompañan al último paso de la Dolorosa. Van por un camino rural a punto de entrar bajo un puente de piedra que une las dos paredes de un congosto. Por encima del puente pasa un tren de vapor. El tren fue durante la segunda mitad del XIX y comienzos del XX todo un signo de modernidad y de progreso, mientras la Iglesia y sus procesiones eran para muchos,  un signo de tradición y de retraso. Tradición y modernidad pueden situarse en el mismo plano ideológico y pictórico. Progreso y retraso están uno sobre el otro, superpuestos; uno arriba y otro abajo. Arriba, el tren. Abajo, la procesión del viernes santo.

San Blas

Por San Blas
la cigüeña verás.

   -¿Dónde están las cigüeñas
   de san Blas?
   -Las vemos, todo el invierno,
   porque no vuelven ya más.

  
   -¿Y los roscos bendecidos
   para curarnos la tos
   y otros males de garganta
   a que estamos sometidos
   en estos mundos de Dios?
   -La incredulidad es tanta,
   que no se cree en el rito
   del dulce rosco bendito,
   pero sí en indicaciones
   de médicos, boticarios
   y demás intermediarios
   expertos en curaciones.

   -Somos toscos
   por demás
   y, hasta el día de San Blas,
   no nos comemos un rosco.
  

Ignorancia supina

Leo en un diario de Madrid la noticia dada por la agencia Reuters sobre no sé qué declaración del papa, en la que arremete contra no sé qué ley que se discute en el Parlamento inglés. No voy ahora a eso, y la palabreja arremeter (utilizada casi siempre por advertir, aconsejar, prevenir o rechazar tal vez) ya me pone en guardia y me indica por dónde va la cosa. Seguidamente el redactor, el traductor o quienquiera que sea, nos informa luego de la reacción de otras Iglesias y grupos de creyentes. Y comienza con esta perla: La Iglesia británica, madre de la Iglesia Anglicana… ¿Qué Iglesia será ésa? ¿La Iglesia de los primeros benedictinos enviados el año 596 por el papa Gregorio Magno? ¿La de san Bonifacio? ¿La Iglesia católica anterior a Enrique VIII? ¿La de santo Tomás Moro? Un enigma. Cada día me encuentro con estas muestras de ignorancia, de ignorancia supina en casos como éste, en diarios y revistas españoles, sobre todo cuando tocan temas políticos y religiosos. Si fuera en la vida corriente, en la que, por tradición no se habla  ni de polítca ni de religión, podría pasar tanto error. Pero en los medios informativos, que casi no hablan de otra cosa que de política y siempre que pueden de algún escándalo eclesiástico o de alguna frase del papa -por descontextualizada que sea- con alguna clase de morbo, los errores son menos tolerables.

El movimiento altermundialista

Lamenta Sami Naïr que el movimiento altermundialista, que no se ha aprovechado políticamente de esta crisis, parece haberse apagado en el preciso momento en que se encendía el fuego. Me pregunto si basta, antes y ahora, saber desmenuzar el presente opresivo y la mercantilización del mundo, al mismo tiempo que se rechazan las formas de organización por medio de partidos y sindicatos. O confiar sólo en el Partido de los Trabajadores brasileños de Lula (uno de los muchos invitados a Davos), convertido en partido de gobierno. Naïr lamenta asimismo que el Foro Social se haya convertido en rutina, lo que confirma, según él, la impotencia de la izquierda para modificar el orden del mundo. Pero ¿qué es la izquierda -concepto y palabras tan obsoletos como equívocos-, sin organización, y sin organización mundial? Claro que el recuerdo de la anterior organización en torno a la URSS o  a  la China de Mao pone los pelos de punta a cualquiera. ¿Y el actual ensayo en torno a  Castro-Chavez?.- Otro modelo de desarrollo, dicen todos. Pasar a la acción, clama Lula en el Foro. ¿Cómo?