Archivo por meses: noviembre 2006

La ley electoral

Tiene razón que le sobra Manuel Jiménez de Parga, ex presidente del Tribunal Constitucional, cuando en el ABC de ayer evoca el éxito de la revisión constitucional alemana, que exige el cinco por ciento de los votos en el cómputo nacional para que un partido político tenga escaños en el Bundestag o Parlamento federal alemán, distinto del Bundesrat, equivalente al Senado. De que los partidos regionales españoles -casi todos nacionalistas, soberanistas, confederalistas y hasta independentistas- puedan acceder al Congreso de los Diputados con sólo el cinco o, como casi siempre, el tres por ciento de los votos en su región provienen muchos quebrantos políticos, que no tienen solución política, si no se cambia la ley electoral. De esos partidos pequeños, que sólo recogen votos en su región, depende, en buena parte y casi siempre, la estabilidad y la dirección de la entera política española, condenada a favorecer de un modo u otro, hasta que no termine el mal entendimiento entre los grandes partidos de toda España, los intereses de los partidos más antiespañoles. El Senado sería el lugar natural de esos partidos regionales, pero ésta es otra de las cuestiones pendientes desde la misma Constitución. Una cosa es clara hoy por hoy: ni socialistas ni populares tienen ni convicción ni intención de cambiar la ley electoral, clave política y técnica de la solución.

Navarra en Madrid

He estado muchas veces en Madrid hablando de Navarra, desde 1979. Siempre, en mesas redondas o en solitario, para presentar algún libro o, mayormente, solicitado para tratar puntos polémicos como las relaciones Navarra-Euskadi, el órgano común permanente, la actuación del Partido Socialista, el futuro político de la Comunidad; o temas tan tristes como las víctimas del terrorismo, la lucha contra ETA, etc., etc. Nunca como anoche, 7 de noviembre -horas después de que estuviéramos ante los medios informativos-, ante un público denso, vario y entregado, en el salón de conferencias de la Delegación del Parlamento Europeo en España, presentando la Exposición Navarra: un futuro entre todos. Allí estaba presente la Navarra total, no sólo resistente, aguerrida o agónica, sino la común, universal y cotidiana, con su geografía e historia, su pasado, presente y futuro, consciente y emprendedora, dinámica y joven, segura y resuelta.

Gastos sociales

En una recensión ajustada que hace hoy DN de la Exposición audiovisual Navarra: un futuro entre todos, a una de las visitantes, de nombre Rosa y madrileña, le parece “una forma de autobombo” y lamenta que tanto dinero invertido hubiera estado mejor destinado a “gastos sociales”. No tengo nada que decir de su juicio, tan libre como el mio, y tan respetable. Que cada uno vea y juzgue. Tal vez Rosa no sabe que muchísimas personas de Navarra, y de fuera de Navarra, también de Madrid, han estado trabajando durante dos años para la Exposición, haciendo cosas magistrales y ganando un dinero, y que casi toda ella, mucho más que cualquier otra, quedará aquí al servicio de los navarros y de otros que no lo son, lo que será ya un bien social, educativo y cultural sobre todo. Pero ¿es que una Exposición como ésta no es también, en sí misma, un gasto social? ¿No es acaso un gasto social un concierto, una representación teatral, una película de cine, una muestra de pintura y escultura? ¿O a qué llamamos social?

Desconfianza

En su segundo discurso Contra Filipo, pronunciado por Demóstenes el año 344 a. C., transcribe el orador ateniense algunos párrafos de sus discursos durante su misión como embajador de Atenas en el Peloponeso contra la engañosa política del rey macedonio, que  quiere denunciar ante sus conciudadanos seducidos por ella: “Bien es verdad, por Zeus, decía yo, que hay inventos de todas clases para proteccion y seguridad de las ciudades, como empalizadas, murallas, fosos y todo lo demás de este género.Y todas estas defensas son producto de las manos y requieren dispendios. Pero la naturaleza de los hombres sensatos posee en sí misma un común baluarte de defensa, que para todos es un bien y una garantía de seguridad, sobre todo para las democracias con respecto a los tiranos. ¿Y cuál es ese baluarte? La desconfianza. Guardadla, cogeos a ella; si la conserváis, nada terrible sufriréis.¿Qué pretendéis? ¿La libertad? Entonces ¿no veis que hasta los títulos que tiene Filipo son lo más lejano a ella? Pues todo rey y todo tirano es enemigo de la libertad y adversario de las leyes”. 

“No necesitamos para nada a España”

Leo en los diarios vascos la crónica de la sesión parlamentaria en Vitoria reclamando una vez más, desde 1990, “el derecho de la sociedad vasca a decidir su futuro“, o derecho de autodeterminación, en proposición no de ley, presentada esta vez por EA y EB (la Izquierda Unida del País Vasco). Derecho que no existe en el Derecho internacional, y confundido una vez más con el derecho fundamental de la persona de autodeterminarse en todos los órdenes de la vida. Ahora, además, con motivo de la independencia de Montenegro, nuevo Estado modelo para los independentistas y soberanistas vascos, al que felicitaron indistintamente PNV, EHAK, EA, EB y Aralar. De entre las intervenciones destaca la del peneuvista Rubalkaba, aquel presidente de la Comisión de Derechos Humanos, célebre por albergar en su seno al dirigente etarra “Josu Ternera”. Respondiendo a un parlamentario españolista, pronunció una frase poco digna de quienes, según Ibarretxe, quieren tener “una amable relación con España“: “Estamos muy felices con nuestra Euskal Herria y no necesitamos para nada a España. Por lo que se pueden quedar ustedes con ella”. Aunque escrito con k, el parlamentario que lleva ese apellido tan cántabro y habla en español tan rotundo no sabe bien lo que dice. Toda la historia de eso que llama Euskal Herria tiene una relación substancial con esto que se llamó Hispania, y después y ahora España, y así lo testimonian libros, documentos, apellidos, tradiciones orales, modos de vida, y hasta escudos, monumentos, esculturas, nombres de calles, casas palacianas, etc., de los que están llenos las ciudades y pueblos de Euskadi, que conoce sin duda el diputado vizcaíno. Hasta el Estatuto de Autonomía, que establece el Parlamento Vasco, trae causa de la Constitución española. Por lo demás, el PNV, partido de Rubalkaba, nunca ha dicho en serio que no necesita para nada de España. Al revés: por lo visto, cada día la necesita más, a juzgar por los presupuestos y por los sustanciosos pactos con cualquier partido que gobierne en toda España, a la que pertenece el País Vasco. Y así podríamos seguir. Qué peocupante falta de realismo y de conocimiento elemental de las cosas. Qué empecinamiento imaginativo. Qué corrosivo complejo de inferioridad.

Combinaciones catalanistas

Los medios informativos no hablan de otra cosa. Es indudable que CIU ha progresado poco; el PSC ha perdido bastante; ERC se ha mantenido, pero ha perdido dos diputados, los que, sumados a los cinco del PSC, hacen siete bajas para el ex tripartito, aunque tres hayan ido a ICV-EU. De los cinco que restan dos habrían ido a CIU y otros dos a CpC. Uno de los tres que ganó este nuevo partido vendría del PPC, que pierde un escaño. No creo que el PSC, con Montilla a la cabeza, pase a depender de Mas y de CIU en un gobierno de coalición, pudiendo presidir un nuevo tripartito con ERC e ICV. Pero una de las condiciones pasará por excluir a Carod y está por ver la actitud de ERC. ¿Llegará entonces el partido republicano a pactar con CIU? ¿Tolerará éste tan difícil compañía antes de volver a la oposición tras haber ganado las elecciones de calle? La primera hipótesis perjudica al PSOE ante las dos próximas elecciones en toda España. Un gobierno en solitario de CIU, con ayuda del PSC, favorecería, en cambio, mucho a Zapatero, pero dejaría a Montilla y al PSC a los pies de los caballos. No me parece creíble: Zapatero ahí no manda y menos ahora. De cualquier manera, pensando en lo que pueda suceder ante una sentencia desfavorable del TC al Estatuto catalán, como espero, prefiero un gobierno catalán formado por los federalistas-semi confederalistas (PSC + ICV) y los independentistas (ERC) a un gobierno compuesto por los confederalistas-soberanistas de CIU + los independentistas de ERC. Esperar y ver.

Ciudadanos por Cataluña

Dejando para mejor ocasión el análisis de los principios y actuaciones de Ciutadans per Catalunya-Ciudadanos por Cataluña, la presencia en el parlamento catalán, y en la vida pública catalana, de tres resueltos representantes de este nuevo partido nos traerá algunas recias novedades políticas. Por ejemplo, se atreverán, nada menos, que a hablar en castellano (español) en su Parlamento y en su parlamento, sin que les importe un comino que se salgan de él los independentistas mientras ellos hablen la lengua de millones de catalanes, muertos y vivos. Denunciarán sin miedo algunos de los aspectos más negativos de la inmersión lingüística obligatoria o de la imposición por las bravas de la lengua propia en todo tiempo y lugar. Criticarán algunos o muchos artículos del Estatuto recién aprobado y elogiarán, sin pelos en la lengua (catalana o no), las supresiones o correcciones que pueda hacer el Tribunal Constitucional en su próxima sentencia. Y cosas así. Aunque sólo sea por todo esto, bien merecen nuestra enhorabuena. Benaurançes.