“Y le pondrá por nombre Emmanuel”

(Del libro de Isaías 7, 11-15)

Oh, Emmanuel,
hijo de la joven desposada,
que tomas leche y miel de la tierra prometida,
antes de elegir lo bueno y rechazar lo malo,
tú eres la señal decisiva y salvadora
dada por Dios a su pueblo:
Dios con nosotros,
Dios de entre nosotros,
por encima del rey Ajaz y su progenie.

Oh, Emmanuel.