Vuelve mi biblioteca.

Hoy mi primera alegría ha sido ver restituida mi incipiente Bibloteca informática, que hace diez meses consiguió hacerla desaparecer e intentó destruir un pirata informático, que en los paises de habla inglesa llaman hacker: uno de esos delincuentes salvajes y malvados, que cortan, tajan, acuchillan, destrozan los bienes de los otros. Y se lo debo todo, primeramente a Néstor, mi anterior informático, y sobre todo al joven Daniel, que me ayuda desde hace algunos meses. Dos nombres, griego y hebreo, con evocaciones heroicas y proféticas, que auguran todo lo mejor. Pero al delincuente, causante del delito, le aguarda todavía lo peor.