Una Iglesia social y más coherente

 

                  La provincia de Burgos, que celebra este año el VIIIº Centenario de su catedral, es hoy en España lo que fue Guipúzcoa en el primer tercio del siglo XX, o Navarra y Álava en los años siguientes hasta los ochenta: la provincia con más vocaciones religiosas, con más misioneros, y mayor índice de cumplimiento dominical y recepción de sacramentos. El 67% de los burgaleses se declara católico, de los que los praticantes son el 46% -frente al 18%  de la media española- y el 21% no practicante.

Pero  esta encuesta a todos los burgaleses, llevada a cabo por una consultora externa en la fase intermedia de la Asamblea Diocesana, presidida por su arzobispo, el bilbaíno Mario Iceta, me interesa sobre todo para entender la relación de esta feligresía con su Iglesia local y universal, más que los desnudos datos, siempre interesantes y siempre curiosos. Según el estudio, la Iglesia se sitúa en Burgos como la séptima institución más influyente para los encuestados, con un 6´6; por detrás de la familia (8´8), las amistades, los centros de enseñanza públicos y religiosos, las ONG y las instituciones culturales. Y antes que los sindicatos (6´2), medios de comunicación, Gobiernos, y partidos políticos; estos úiltimos no llegan al aprobado (4´6).

El 59% de los encuestados juzgan positivamente la misión de la Iglesia, siendo la labor social y el apoyo a los colectivos mas vulnerables el factor más relevante (48%), por encima de las creencias personales (40%) y los valores y enseñanzas que transmite (39%). Por el contrario, un 31% de los encuestados subraya más los aspectos negativos de la institución eclesial: actitud,  forma de actuar y valores (18%); manipulación, adoctrinamiento e imposición (18%); hipocresía  e incoherencia (12%); falta de ayuda y de aportación positiva (12%). Los católicos practicantes reclaman a la Iglesia una mayor cercanía (49%), mejor atención a colectivos específicos (18%), mayor información y transparencia (9%), y modernización (4%). Los jóvenes católicos no practicantes admiten su despego porque les aburre la Iglesia y no les importa. Unos recalcan la no predicación con el ejemplo: edificios ricos frente a la docrina de la riqueza. Otros hablan de modernización, para algunos de los cuales tal sería la admisión del aborto.

De las acciones sociales mas valoradas en ese capítulo de la labor social, la encuesta destaca el trabajo de los misioneros (7´8), Caritas, las celebraciones del VIIIº Centenario de la catedral, el papa Francisco, el cuidado de las personas mayores, los catequistas y profesores de Religión, las parroquias, el cuidado del patrimonio, la atención a  niños y jóvenes, los colegios católicos, la Vida Religiosa, los sacerdotes, y, finalmente (5´5), la pastoral en el mundo rural.

Una lección múltiple, de la que poder aprender.