Un individualismo placentero y protegido

En un vigoroso discurso, que no me atrevo a juzgar, del presidente del Gobierno Vasco en el Parlamento de Vitoria  sobre la situación económica y la aplicación a Euskadi de la política nacional, Patxi López recitó, entre otras, dos frases felices, que son una autocrítica general de lo sucedido: Lo primero que tenemos que hacer es asumir que, seguramente, hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades. Y, más adelante: Tenemos que despertar de la euforia de la década pasada y pisar la realidad. La sombra de Ibarretxe y otras sombras revoloteaban por el salón de plenos.- Después del discurso presidencial he leído los primeros datos de la IV Encuesta Europea de Valores,  llevada a cabo en la primavera de 2008, dirigida por los sociólogos Javier Elzo y María Silvestre, que nos ofrecen un un buen material  para el análisisis y la reflexión. La conclusión más destacable del estudio, según Elzo, es que los españoles tienen problemas para conjugar un evidente individualismo con la demanda creciente a la Administración para que le ofrezca protección. Más breve aún: Un individualismo placentero y protegido. Todo cuadra.