Teresa, de Villajoyosa

 

Fue tal  vez un efecto de la anestesia de la pequeña operación. Me desperté a una hora intempestiva. Sobre la mesilla de noche había un transistor. Contra mi costumbre, lo abrí y di con el programa Poniendo las calles, de Carlos Moreno, si no recuerdo mal, en la cadena COPE, que no conocía en absoluto. Un programa entretenidísimo y muy bien llevado por el conductor. Uno de los personajes de esa madrugada fue Teresa, de Villajoyosa. A las tres de cada noche, hora en que murió su marido, después de muchos años de convivencia, se despierta y se pone a hacer algo: esa noche hacía unas zapatitos para una de sus nietas. Luego se puso a hablar con el presentador sobre su vida actual, sobre su marido, sobre sus aficiones mutuas, la música que les gustaba… Y entre la música que les gustaba para oírla, para bailarla, estaba  la cantada por Antonio Machín, y su canción favorita Toda una vida.  Le puso el presentador el disco. Se emocionó la mujer. Y yo con ella:

Toda una vida,
me estaría contigo.

No me importa en qué forma,
ni cómo, ni dónde,
pero junto a ti…