¿Sabes, tú, mi niño,
amor,
que has cambiado para siempre
el nombre y rostro de Dios?
El Dios justo y justiciero,
severo, castigador,
es hoy misericordioso,
benigno, perdonador.
¿Sabés, tú, mi niño…
El Dios distante, lejano,
de infinita perfección,
se ha hecho nuestro paisano
y nuestro hermano mayor.
¿Sabes, tú, mi niño…
El Dios de cielos y tierra,
poderoso Creador,
es niño recién nacido
en un triste portalón.
¿Sabes, tú, mi niño,
amor,
que has cambiado para siempre
el nombre y rostro de Dios?