La paz con vosotros
(Luc 24,36-49; Jn 20,19-29)
Siempre que se deja ver,
trae a los suyos la paz:
La paz (esté) con vosotros,
es su mensaje habitual.
Todos huyeron cobardes
y miedosos a la par.
Pedro le negó tres veces
y no dio la cara Juan.
Tristes les dejó la culpa
y agobiados de pesar.
Pero el Maestro les trae
todo un regalo pascual,
hecho de perdón y gracia
y de fuerza espiritual.
La paz que necesitaban
han vuelto en él a encontrar.
La paz que por Galilea
iba dejando al sanar
a enfermos y pecadores,
pobres de duro penar,
excluidos de por vida
del Templo y la sociedad.
Creían en las palabras
del profeta popular
y en sus prodigios de vida
que iban expulsando el mal
allí donde se encontrara,
fuera o dentro, aquí o allá.
Sus corazones se encienden
y se ponen a enseñar
lo que les dijo el Maestro,
y se atreven a curar
como él curaba, en el nombre
de Dios, su Padre leal.
LLevados por el Espíritu
comienzan a bautizar.
Uno tras otro, al martirio,
por el ancho mundo, van,
llevando la paz de Cristo
que han visto resucitar,
y asegurando que todos
también resucitarán.