Presos en la JMJ

Leo, y me entero con un poco de retraso, que, por iniciativa del denigrado obispo de San Sebastián, conocido desde  sus años de párroco en Zumárraga por su solicitud para con los presos y los toxicómanos, los encargados de la pastoral penitenciaria de la diócesis hizo posible que diez presos de Martutene,  con su capellán y los funcionarios de prisiones, acudieran a Madrid al encuentro de los jóvenes católicos de todo el mundo y del papa que vino a confirmar su fe y animar su esperanza. Es muy emocionante lo que escriben tras su experiencia, doblemente regeneradora: Muchos de nosotros [en Cuatro Vientos] no pudimos conciliar el sueño por la emoción que nos embargaba… ¡Nos sentíamos libres! Pasamos la noche contemplando las estrellas y levantando los ojos y el corazón para rezar. (…) Resumir  todo lo que nos dijo es papa es imposible, pero en nuestro corazón resuena el eco de algunas de sus palabras: Decidle: J”esús, yo sé que Tú eres el Hijo de Dios que has dado tu vida por mí. Quiero seguirte con fidelidad y dejarme guiar por tu palabra. Tú me conoces y me amas. Yo me fío de ti y pongo mi vida entera en tus manos. Quiero que seas la fuerza que me sostenga, la alegría que nunca me abandone”.