Pasar el río y olvidar el pasado

Contra mi costumbre, recojo hoy aquí una pieza, uno de los “aforismos políticos” que publico hoy en DN, con el título de “Estampas electorales”. El candidato foral del PSN-PSOE, a quien deseo la mejor suerte dentro de la peor situación, también por lo mucho que nos jugamos en ello,  es aún joven, y muy joven le conocí de cerca en aquellos tristes días de la Gestora. Desde mucho antes, desde las elecciones europeas de 1989, en las que tuve el honor de lidiar, el PSN no ha ganado unas elecciones. Y a este paso…  De aquellos polvos y de otros anteriores siguen arrastrándose estos lodos. El empecinamiento en la ruinas de cierto mal llamado socialismo, cuando no  progresismo sin más,  no hace más que extender la ruina.- Pues bien, el candidato, mal aconsejado sin duda en este y otros extremos, dijo alegremente en una conferencia en Madrid , al comienzo de la campaña, que había que ayudar a cierta gente a pasar el río y olvidar el pasado de Batasuna. Dicho así, poco más o menos, y mal explicado, sonó a esperpento en Navarra y se enfrentó a muy duras críticas. A mí, la verdad, me parece bien que se ayude a pasar el río que separa la democracia del terror a cualquiera que quiera atravesarlo, abandonando a la vez la orilla del pasado. Aunque ya hay muchos puentes para poder hacerlo sin ayuda de nadie. Pero ¿quieren algunos dejar en verdad ese pasado? El pasado independentista, no, por cierto; antes bien, van acumulando fuerzas para ser más activamente independentistas que nunca. ¿El pasado terrorista? Está por ver. ¿Y, además, en qué condiciones? ¿Cuál es el precio de ese paso?  ¿Qué es para ellos lo imprescindible para conseguir esa paz, a la que siguen apelando, cambiándole totalmente el sentido? Ya lo dice bien claramente el Acuerdo de Gernika. Pero en esta campaña lamentable nadie ha dicho nada de eso, que es algo esencial