Otro retrato de ETA

 

         Tomemos así ese comunicado maligno y esa nota reivindicativa, y no les demos más importancia que ésta: un abominable retrato de algo abominable. Una vez más ETA se retrata no sólo como la banda terrorista que es, sino también separatista e independentista vasca y marxista-leninista, que así se llama (¿por qué no  se atreverán todos a llamarla así?), inhumana, enemiga de la humanidad, miserable, digna del mayor desprecio; empecinada en su justificación de mil maneras sutiles; incapaz de pedir perdón a sus víctimas; queriendo ocultar o disimular su derrota definitiva por la España contra la que nació y actuó; intentando sacar algún rédito de su forzosa liquidación. No añadamos mucho más. No le demos más importancia, que ya le hemos dado demasiada.