Orad hoy por nosotros, todos los santos: desde los más antiguos -que parecéis más grandes- a los cercanos, algunos de los cuales no nos parecéis tanto.
Orad hoy por nosotros desde los tronos altos por nosotros, tan bajos, tan limitados, tan torpes y mezquinos, humanos más que humanos.
Recordad solamente, santas y santos, que vosotros lo sois por la gracia de Dios, tres veces Santo.
Por lo demás, somos hermanos de pura sangre, y en la fe y esperanza primos-hermanos.
Orad, pues, por nosotros, a ver si con esa gracia nos levantamos, a ver si con vuestro ayuda subimos unos grados.
Orad hoy por nosotros, todos los santos: desde los más antiguos a los cercanos…