Olivares andaluces (cont.)

Pueblecitos blancos,
casas en racimo;
rojos los tejados,
rojos los ladrillos.

Ondula la tierra
en quieto equilibrio.
Alcores y tesos
se cargan de olivos.

Todos, menestrales,
exactos, precisos.
Todos tan iguales:
geometría en vivo.

Secos los maizales
con su talle erguido.
Blancos, señoriles,
mandan los cortijos.

Pequeños hortancos
en los vallecicos.
Aguas estancadas
en cauces raquíticos.

Naves azulencas.
Tojes amarillos.
En los olivares,
algunos encinos.

Dispersos roquedos,
pálidos o lívidos,
vigilan feroces
el paisaje olívico.

Cardos polvorientos
guardan los caminos.
Revuela una urraca
sobre los olivos.