“¿No son enemigos de la guerra?”

El diario tradicionalista de Vitoria, Pensamiento Alavés, sustituto, desde 1932, de Heraldo Alavés, ambos en manos del diputado a Cortes, José Luis Oriol, solía enfurecerse con sus adversarios y enemigos políticos, pero el día 13 de octubre de 1934 andaba más acertado. Comentaba en su editorial, titulado Además de los indicios, las pruebas, la nota del día anterior, dada por Solidaridad de Trabajadores Vascos, de Vizcaya, reanudando el trabajo en todos sus gremios, tras la huelga general política y revolucionaria del día 4, coincidente con otra nota de la UGT de la misma fecha, y añadía: Dice “El Liberal” de Bilbao, en su número de hoy, que los católicos estamos obligados a solicitar que las ejecuciones no se lleven a cabo, porque nuestra religión nos prohíbe la venganza y nos aconseja el perdón. El periódico de Indalecio Prieto no tiene motivos para señalar deberes a los católicos. Sería mejor, por otra parte,  que dedicase su tiempo a exponer los de sus amigos. ¿No han hecho ellos campaña contra la pena de muerte? ¿Por qué, pues,se han dedicado tan alegremente al asesinato en masa? ¿No son enemigos de la guerra? ¿Por qué, pues,  la han declarado, no en legítima defensa, sino acuciados por el sádico deseo de matar y destruir?