Mayos

 

Desde las primeras culturas agrícolas, el árbol fue el símbolo de la sacralidad cósmica. Como él, ha de ser renovado, cada año, todo el universo. Árbol del conocimiento. Árbol de la vida. Se le adora, se le toca y se le besa. Se danza ritualmene en torno a él.
En torno a él -chopo, haya, pino o sauce-, armado con gallos, espadas, monigotes -como en éste de Murieta-, u otros símbolos, se jugaba y bailaba, el día primero de mayo, como ante el tótem protector de las cosechas.
Prueba de habilidad y de fuerza, es hoy todavía en algunos pueblos navarros símbolo de la primavera, de la fertilidad.
Mástiles de la navegación municipal por el rápido curso del río del año.
Pararrayos colectivos contra las desdichas del azar.
Ídolos vegetales, que ni el sol ni la lluvia ni el viento respetan.
Banderas naturales, pacíficas y multicolores, del reino del aire, del agua, de los vientos y de la luz.
Mayos de mayo.