Humildad y humillación

Cuántos malentendidos y errores, sobre todo en muchos hombres públicos, por confundir la virtud fundamentalmente social de la humildad -hoy, teóricamente al menos, en alza- con la humillación, como abyección inhumana y repulsiva. La humildad (de humus, tierra), pegada al suelo, es una virtud básica, sobre la que se levantan las demás. Unida a la paciencia, su acompañante fiel, es la expresión del amor eficaz, que acoge y salva.

Todos los pecados del capitalismo, que pasan por ser muchos y graves, son capitales.

-Mucho antes que san Ignacio de Loyola y que los Padres de la Iglesia, recomendaban los pitagóricos el examen diario de conciencia. ¿Qué defecto te has curado hoy? ¿A qué vicio te has opuesto? ¿En qué aspecto eres mejor? Séneca, que lo practicaba, en su diálogo Sobre la ia ira pregunta y comenta: ¿Qué, pues, más hermoso que esta costumbre de revisar toda la jornada? ¡Qué sueño el que viene después del examen de uno mismo, qué tranquilo, qué profundo y despreocupado…

-Cuando se repite tantas veces la frase de que en política no vale todo, arrojándola siempre contra los adversarios, es que se quiere decir que en política suele valer casi todo.