“Guárdate tu miedo y tu ira”

Quisimos superar el pasado, para aprender de sus aciertos y errores. Trabajamos siempre por la reconciliación, la libertad y la paz. Ni la guerra civil, ni la segunda república, ni la dictadura anterior, ni la restauración, ni la primera república… fueron nuestro modelo. Queríamos una España nueva, democrática y compartida. Sumamos y no restamos. Nos comprometimos a no volver atrás. Fue toda la Transición un gran empeño hacia adelante. Hoy, con dos o tres generaciones más jóvenes que la nuestra en plena floración, no queremos empecinarnos en que nada cambie. No defendemos a capa y espada lo que hicimos, creyendo que no puede corregirse y mejorarse. Ni intentamos bloquear lo que otros puedan hacer, porque es su hora y ocasión. Pero, eso sí, queremos y hasta exigimos, en nombre también de muchos que dieron su vida por todo eso, que lo que se haga y vaya a hacerse se intente hacerlo entre todos, o con el mayor consenso posible, sobre todo si se trata no de regular “territorios”, sino de renovar las relaciones entre las personas, los grupos, las sociedades, los pueblos, las regiones y las nacionalidades de nuestra Nación común, y acabar con todo fanatismo y terrorismo. Queremos que eso nos sirva igualmente para alcanzar una más sincera reconciliación, una libertad más social, una paz más justa para todos los españoles. Y es el caso  que en muchas ocasiones, y no sólo con el Estatuto de Cataluña o con lo que se prepara para el País Vasco, no se hace eso sino lo contrario. Nos interesa más el espíritu que el contenido, la calidad que la cantidad, el largo futuro que el corto presente, sujeto a intereses particulares cuando no espurios. Nos importa mucho más que la Constitución sea la de 2006 que la del 1978. Porque todo lo que de indigno sufrimos públicamente estos días va contra la dignidad de los españoles jóvenes que hoy trabajan por una España mejor que la que nos tocó hacer a nosotros.Y es más propio de segundones resentidos y de viejos reconcomidos que de jóvenes leales y generosos. ¿Cómo no recordar hoy lo que cantábamos ayer?
Libertad, sin ira,
sin ira, libertad.
Guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad.
Sin ira,
libertad.