Expulsión fulminante

 

 

         Ya que la autoridad suprema del PP no le ha destituido (por favor ¡cesar es sólo verbo intransitivo!) de inmediato de su cargo de Delegado de Gobierno en Andalucía, yo mismo, en nombre de millones de españoles, demócratas, autonomistas, constitucionalistas, conviventes, amigos de Cataluña y todavía con todas las facultades mentales en buen estado, expulso a este indecente xenófobo, antiautonomista, anticonstitucionalista, antipolítico y sobre todo falto de sentido común, de la España constitucional del siglo XXI. Por decir que no quiere que Andalucía sea gobernada por uno que se llama Albert, que es de Ciutadans (falso, porque en toda España se llama Ciudadanos) y viene de Cataluña. Y lo dice quien tiene como candidato a la Junta a  un señor nacido en Barcelona. Y quien tiene como jefe supemo  a un señor que es gallego, y como jefe inmediato a un señor que se llama Fernández y habla catalán. ¡Fuera de aquí! Y que tras una larga penitencia de saco y ceniza constitucionales y cívicas, vuelva  a la vida común democrática, pero nunca a un cargo público y menos a la Delegación del Gobierno en Andalucía…