“¡El sepulcro está vacío!”:
argumento sorprendente,
pero argumento muy frío.
“¡ Jesús se ha dejado ver!”:
argumento convincente.
¡Ver para creer!
“¡El sepulcro está vacío!”:
argumento sorprendente,
pero argumento muy frío.
“¡ Jesús se ha dejado ver!”:
argumento convincente.
¡Ver para creer!