“Él exulta de gozo por ti”

(Del libro de Sofonías 3, 12 – 18)

– ¿Qué somos nosotros sino un pueblo
pobre y humilde, cobijado en tu nombre?
Por eso estamos jocundos,
libres ya del enemigo,
sin miedo en el cuerpo o desmayo en el alma,
sabiendo que estás en medio de tu gente.

Él se goza también de nuestro gozo,
nos renueva en su amor
y danza con nosotros en medio de la fiesta.