Dios y la injusticia

Once de septiembre en Nueva York. Once de septiembre en Chile. Funeral en Madrid por los 154 muertos en Barajas. Tiempo de silencio y compasión. Leo en Teoría crítica de Max Horkheimer: “Si tuviera que explicar por qué Kant perseveró en la creencia de Dios, no encontraría mejor referencia que un pasaje de Víctor Hugo. Lo citaré tal como me ha quedado grabado en la memoria: una mujer anciana cruza una calle, ha educado hijos y cosechado ingratitud, ha trabajado y vive en la miseria, ha amado y se ha quedado sola. Pero su corazón está lejos del odio y presta ayuda cuando puede hacerlo. Alguien la ve y exclamaça doit avoir un lendemain” (esto debe tener un mañana) Porque no eran capaces de pensar que la injusticia que domina la historia fuese definitiva, Voltaire y Kant exigieron un Dios, y no para sí mismos“.