Desgarro

Lo cuenta Francisco Giner de los Ríos en uno de sus primeros trabajos, titulado La Iglesia española. Tiene entonces 27 años y acaba de escuchar conmovido el discurso del catedráaico sacerdote Fernando Castro Pajares, en la apertura de curso de la complutense, 1866-1867, sobre Caracteres de la Iglesia Española. Giner ve que la vida entera del siglo parece radicalmente divorciada de la religión católica y que por todas partes  se enciende una cruzada formidable contra la Iglesia. Él  se siente desgarrado por lo que juzga antinomia entre Iglesia y libertad: los amigos del Catolicismo son enemigos de la libertad y los amigos de la libertad son enemigos del Catolicismo. Por el momento él decide  mantener el pensamiento de lo divino en medio de esta lucha incesante y caminar de frente y sin descanso, firme el pie en la tierra y la mirada en el cielo.-  Algo iba a cambiar después de unos pocos años. Francisco Giner de los Ríos y su íntimo amigo Gumersindo de Azcárate son dos de las biografías más más puras y apasionantes de nuestros siglos XIX y XX.