Conquistando la libertad

Tengo para mí que el acontecimiento político, colectivo e interior, más importante de España en estos tres años ha sido, tras las elecciones generales, la multitudinaria manifestación en Madrid, este 10 de marzo. Todo está ya visto, oído, escrito, leído y comentado. De todo lo mucho que he podido ver, oír y leer, elijo como pieza mejor, donde se completan entendimiento, voluntad y sentimiento -que muchos separan suicidamente de continuo-, los últimos párrafos del artículo Conquistando la libertad, escrito en el ABC de ayer, por el catedrático Mikel Buesa, presidente del Foro de Ermua, que algo sabe de terrorismo, independentismo, patriotismo, democracia y manifestaciones: “Somos la nación mártir que, por no querer doblegarse ante las pretensiones secesionistas de ETA, ha sufrido la violencia asesina, la extorsión y el terror, sin que, sin embargo, el miedo nos haya llevado a la cobardía. Somos la nación solidaria que ha sabido albergar un genuino sentimiento de empatía con las víctimas del terrorismo, y les ha ofrecido su abrazo y su llanto. Somos la nación ciudadana que reconoce y afirma su pluralismo, que suma identidades de origen, de raza, de ideología y de creencias religiosas, que añade y no resta, que acoge y no excluye. Y por ello, cada vez que nos hemos reunido nos hemos reclamado partícipes de nuestra Constitución de concordia y reconciliación. Somos, en fin, la nación española que, como tantas veces en su historia, se pone en marcha por la libertad. La nación de los españoles con futuro que, portando sus banderas y al son de sus himnos, proclaman su voluntad firme de derrotar al terrorismo. Hemos ido todos juntos a esta maniestación del 10 de marzo, en esa Villa de Madrid, que es síntesis y expresión de España, porque sabemos que, como advirtió Marc Bloch poco tiempo antes de ser fusilado por los nazis, “no existe salvación sin una parte de sacrificio, ni libertad que pueda ser plena, si no se ha esforzado uno mismo en conquistarla”.