A todas las tradiciones y fiestas  navideñas supera con mucho la Cabalgata de los Reyes Magos, la noche del 5 de enero, en la que el ingenio y la imaginación buscan cada año  y en cada lugar nuevas expresiones artísticas y populares. En Pamplona es el acontecimiento que más colaboradores requiere y más público concita, más incluso que el Encierro sanferminero. En algunos pueblos, como en Lezaun, se conserva la cencerrada que, unas veces, se vinculaba al reinau, y, otras, a la llegada de los Reyes o a los próximos carnvales.

Unido a la Cabalgata, ella está el Misterio de los Reyes , auto sacramental del capuchino José de Legarda, guardián un día del convento de Sangüesa. La mañana de la Epifanía, lo representan auroros y vecinos de la ciudad. Sale la comitiva del antiguo Palacio Real Príncipe de Viana hacia la Casa Consistorial, y de aqui hacia el palacio de Valdesantoro, Casa de Cultura convertida ahora en Casa de Herodes. En la iglesia de Santiago se encuentran los Reyes con el Belén viviente. Al final, el rey Baltasar nos invita a todos a la misa mayor:

                                                Los tres Reyes Magos / fueron a adorar
                                                aL nIño bonito / que está en el altar…